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Fútbol

El Valencia aparca la venta de Mestalla por falta de ofertas

La venta del suelo del Mestalla para su futuro uso urbanístico ha dejado de ser la prioridad del club. La realidad se ha impuesto a las promesas del presidente, Vicente Soriano, de que tenía comprador a un precio fuera de mercado, 300 millones. La entidad ha tirado de deuda para pagar fichas y las obras del nuevo campo

El Valencia CF, y en especial su presidente Vicente Soriano, se ha rendido a la evidencia y ha aparcado hasta mejores tiempos la venta del suelo que dejará libre el campo de Mestalla. Soriano, que ha hecho de la venta de este terreno por 300 millones de euros el eje de su proyecto de futuro, llegó a asegurar en repetidas ocasiones que tenía comprador para el suelo a ese precio -hoy completamente fuera de mercado- e incluso se comprometió ante la junta de accionistas a cerrar el acuerdo antes del 31 de diciembre.

Sin embargo la falta de ofertas que alcanzaran esa cifra, imprescindible para saldar la hipoteca que pesa sobre el campo prácticamente por la misma cantidad, ha llevado al club a variar su estrategia para sacar a la entidad de su grave crisis económica. 'La venta de las parcelas de Mestalla ya no es una prioridad', afirmó el vicepresidente del club Miguel Zorío. 'Nuestro objetivo ahora es conseguir equilibrar el ejercicio ordinario de la entidad. El Valencia tiene unas pérdidas ordinarias -la diferencia entre los ingresos y los gastos típicos de la actividad deportiva- por temporada de unos 40 millones de euros. Vamos a equilibrar esa cifra, que es la que nos garantizará el futuro', explicó Zorío a este periódico.

La situación de caja del Valencia es muy delicada en estos momentos. El club ha optado por no pagar la ficha de los jugadores en la fecha prevista y también adeuda varias certificaciones de obra a la UTE, formada por FCC y Bertolín, que construye el nuevo estadio. Zorío, en todo caso, lanzó un mensaje de tranquilidad. 'Cuando llegamos al club agosto del año pasado había 11.000 euros en la caja...', resume el vicepresidente de la entidad. De momento, para atender las necesidades más perentorias, como pagar a los jugadores sus fichas y cubrir los pagos de las obras, el Valencia ha recurrido a un nuevo préstamo a corto plazo que puede superar los 30 millones. El club no ha querido dar más detalles sobre la operación.

Mientras negocia a contrarreloj distintos acuerdos de futuro, como la venta de los derechos de televisión por 250 millones de euros a Mediapro, la incorporación de Kappa como proveedor del equipamiento deportivo, en sustitución de Nike, por 5,5 millones de euros por temporada, o la venta de abonos de las localidades nuevas que tendrá el nuevo estadio. Pese a que no se inaugurará posiblemente hasta 2011, el club ya está haciendo reservas por las que hay que pagar 100 euros por anticipado. También se está buscando un patrocinador para la camiseta que alcance los seis millones de euros. 'Hemos recibido alguna oferta por tres millones para la próxima temporada, pero nos ha parecido insuficiente', dijo Zorío. Respecto a la gestión del nuevo recinto, que llegó a estar cerrada, se ha cancelado ya que los avales que presentaba la entidad que iba a comercializar los palcos del nuevo campo venían de la mano de Goldman Sachs. La crisis financiera hizo volatilizarse las garantías, por lo que el Valencia optó por no firmar el contrato.

Bancaja, Soler y las fichas de dominó

La venta del solar de Mestalla tiene como objetivo fundamental reducir la deuda del club, que supera los 300 millones de euros.Pero las repercusiones van más allá. Juan Soler, que vendió su parte a Vicente Soriano aunque aún no la ha cobrado, necesita que se haga la venta para recuperar 15 millones que adelantó por una parcela de Mestalla y para no pagar un nuevo plazo que vence en marzo. Otro implicado es Bancaja, principal acreedor del club. Si el Valencia no supera la crisis, arrastraría a Soler y a su inmobiliaria. Y ambos abrirían un boquete a la caja valenciana.

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