Bancos y cajas discrepan sobre las recapitalizaciones públicas
El sistema financiero español es unánime en sus críticas a la competencia desleal que realizan los bancos europeos con capital público. No así en la vía que debería utilizar el Gobierno si finalmente se necesita acudir a esta medida para salvar a una entidad financiera. Los bancos defienden seguir con la vía tradicional del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD). Las cajas optan por crear un banco malo como se está debatiendo ahora en Europa y EE UU.
De momento, tanto el Gobierno como bancos y cajas descartan la necesidad de reactivar el Real Decreto Ley 7/2008 sobre recapitalizaciones bancarias. Aunque son los banqueros los más reacios a que el Ejecutivo pueda inyectar dinero en su capital. Esa es al menos la opinión que han transmitido casi todos los presidentes y consejeros delegados de estas entidades financieras. La razón siempre es la misma. Los bancos españoles son solventes, no tienen activos tóxicos y si cae alguno que se las arregle como pueda, ya que eso significa que ha sido mal gestionado, argumentan.
La opinión de las cajas es más matizada. No descartan que de agudizarse la crisis económica alguna entidad necesite ayudas del Gobierno en forma de capital. La última en realizar esta afirmación fue ayer la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM). 'Se ha hecho ya en otros países, por lo tanto si fuera necesario habrá que plantearse hacer algo similar en este país', declaró Roberto López Abad, director general de la caja alicantina.
Pese a que aún no es necesario acudir a esta medida de salvamento, ambos sectores han comenzado a debatir sobre la fórmula más idónea para recapitalizar a un banco o caja. El Ejecutivo también. De hecho, este asunto fue abordado, aunque de puntillas, en la reunión que mantuvieron el lunes los banqueros con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el titular de Economía, Pedro Solbes.
Los bancos defienden que sea, como siempre, el FGD el encargado de gestionar y de sanear a una entidad si llega el caso de tener que salvarla. Apuestan, de hecho, por no alterar en nada el tradicional funcionamiento del Fondo de Garantía. 'El que la hace la paga. Hay que ser transparentes', como ha declarado en varias ocasiones -la última el lunes en el Congreso- el presidente de la AEB, Miguel Martín.
Los banqueros consideran que si algún homólogo necesita ayuda es que ha realizado una mala gestión y es necesario una disciplina. Por ello, creen que la cúpula de esa supuesta entidad debería dimitir, los accionistas sufrir las consecuencias, y que el FGD sea el encargado de su saneamiento como ha ocurrido en otras ocasiones (caso de Banesto en 1993).
Solbes, según varias fuentes consultadas, comparte esta opinión. Estos grupos, además, rechazan la puesta en marcha en España de un banco malo que se quede con los posibles activos contaminados u otra cartera de títulos, en el caso español, vinculados al sector inmobiliario. 'No es lógico poner en marcha este mecanismo. En nuestro país no hay activos tóxicos porque el Banco de España no lo ha permitido. Nunca ha dejado tener pérdidas ocultas', declara un portavoz de la AEB.
Las cajas, mientras, comparten la idea de que sea el Banco de España -que preside el FGD- y las propias entidades, que lo componen, los encargados de gestionar la sociedad que pueda crearse de sanear una entidad. Están de acuerdo en la estructura del FGD, en la que no hay miembros del Gobierno o políticos, algo que también aprecian los bancos, pero consideran que se debería cambiar su nombre si se necesita su utilización, ya que podría darse el caso que la ayuda a una entidad no fuese por problemas de mala gestión y 'el mercado podría pensar que la ayuda es por insolvente' como siempre ha ocurrido cuando un banco ha entrado en el FGD, argumentan fuentes del sector. Las cajas, además, han debatido la creación de un banco malo, aunque reconocen la dificultad de su puesta en marcha.
Blanco enmienda la plana a Sebastián
La guerra dialéctica en contra de la banca prosigue. Mientras que el ministro de Industria, Miguel Sebastián, insistía ayer en sus declaraciones del día anterior, el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, le enmendaba la plana. 'Creo que lo dejé bastante claro', declaraba Sebastián a la prensa en referencia a su afirmación del martes. El titular de Industria aseguró que al Gobierno 'se le está acabando la paciencia' con los bancos por lo que considera el cierre del grifo del crédito. Blanco, por el contrario, declaró que el PSOE 'tiene una paciencia ilimitada -con las entidades financieras-, es nuestro deber tratar de convencer a todo el mundo de remar en la misma dirección'. Para añadir: 'Paciencia ilimitada y determinación de trabajar todos juntos'. El vicesecretario general del PSOE subrayó que el objetivo del Gobierno, partidos, instituciones y también de las entidades financieras debe ser reactivar la economía y apoyar la creación de empleo. El presidente del ICO, Aurelio Martínez, en declaraciones a Onda Cero, pidió un 'voto de confianza' para la banca, aunque insistió en que estas entidades 'han hecho excesos' en la época boyante de los mercados, y las entidades 'han sido culpables de muchas cosas'. Martínez criticó también que las instituciones 'están pasándose, siendo excesivamente cautas en la valoración del riesgo'.