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Crisis en el sector

Panasonic despedirá a 15.000 trabajadores y cerrará 27 plantas en todo el mundo

Panasonic, el líder mundial en pantallas de plasma, despedirá a un 5% de su plantilla y reducirá en un 20% el número de sus fábricas hasta el año 2010, después de que las previsiones para el ejercicio 2008-2009 se desplomasen.

Las señales se multiplican: las empresas japonesas de electrónica están intentando recortar costes a ritmo de crucero para hacerse cargo de la caída vertiginosa de la demanda de sus productos. La pasada semana lo hicieron Nec y Toshiba, unas semanas antes ya lo habían hecho Sony, Canon, Sanyo o Nikon, y ayer le tocó el turno a Panasonic que, con el desplome de sus beneficios, no ha tenido más remedio que anunciar la reducción de su plantilla en un 5% (unos 15.000 trabajadores) y el cierre de 27 plantas.

La crisis sigue pisando fuerte en el mercado japonés, uno de lo más afectados, junto al estadounidense y el europeo, por el crac financiero de septiembre. La menor demanda del mercado internacional y una apreciación del yen que dañó sus ingresos en el extranjero y redujo su competitividad frente a empresas coreanas como Samsung han llevado el líder mundial en pantallas de plasma a números más rojos de lo esperado.

Sólo en el tercer trimestre del ejercicio 2008, Panasonic registró pérdidas de 63.100 millones de yenes (546 millones de euros), frente al beneficio neto de 115.200 millones de yenes (996 millones de euros) del mismo periodo del año anterior. 'La situación financiera internacional y nuestra perspectiva del ambiente económico son muy inciertos', dijo en comunicado el grupo, que fabrica las pantallas planas Viera y las cámaras digitales Lumix, añadiendo que 'la situación de la empresa ha empeorado desde octubre'.

Las pérdidas del tercer trimestre han obligado a la empresa japonesa a revisar sus previsiones para el ejercicio 2008/09, que cerrará el 31 de marzo, situando sus estimaciones en una pérdida de 380.000 millones de yenes (cerca de 3.900 millones de euros), frente a una previsión anterior de 30.000 millones de yenes (260 millones de euros) de beneficio.

El grupo recortó además sus previsiones de ventas en un 9% hasta los 67.262 millones de euros, un 15% por debajo de su anterior estimación. Makoto Uenoyama, el director de la firma, ha apuntado, en una rueda de prensa en Tokio, la reducción de la demanda de sistemas de navegación y de equipos audio de la industria del motor y el menor requerimiento de televisores como los principales causantes de la caída de las ventas.

Un 20% menos de fábricas en 2010

Después de que su rival Sony comunicara 16.000 despidos el pasado 9 de diciembre, Panasonic ha seguido sus pasos, anunciando un recorte que afectará un 5% de su actual plantilla de cerca de 300.000 trabajadores. Los despidos, que se llevarán a cabo hasta marzo de 2010, se repartirán al 50% entre los empleados de tiempo parcial y completo de Panasonic en Japón y en el extranjero, mientras que el cierre de las 27 fábricas afectará a 13 plantas niponas y otras 14 fábricas repartidas en todo el mundo (Panasonic no tiene ninguna planta en España).

Pero la clausura de plantas promete no acabar aquí: en el próximo ejercicio, Panasonic plantea subir las cifras hasta cerrar un 20% del total de sus actuales 230 fábricas, admitió el director de la compañía. La reorganización de operaciones, incluyendo el recorte de plantilla, costará unos 345.000 millones de yenes (casi 3.000 millones de euros) a la multinacional japonesa.

Electrolux analiza el futuro de su planta de Madrid

El desplome de beneficios de las empresas, que antes del crac financiero eran las mayores del mundo, suma y sigue. Electrolux anunció ayer una importante caída de su beneficio neto de los 1.126 millones de coronas (105 millones de euros) del ejercicio de 2007 hasta los 366 millones de coronas suecas (31 millones de euros) en 2008, lo que supone una reducción del 87,5%.El fabricante sueco de electrodomésticos desveló también que analizará en las próximas semanas la viabilidad de su fábrica de lavadoras en Alcalá de Henares, en la que trabajan 486 personas. Según explicó un representante del segundo mayor fabricante mundial de electrodomésticos, el análisis 'tiene por objetivo examinar la capacidad que podría tener esta planta para alcanzar niveles aceptables de rentabilidad que hagan viable la continuidad de la producción o si, por el contrario, debería procederse a su cierre'.

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