Los planes individuales, mejor que los de empresas en 2008
El balance final de los planes de pensiones durante el pasado ejercicio pone de relieve una pérdida global de los planes del 8%, lo que sitúa los resultados del pasado ejercicio como el peor año de la historia reciente de los planes. No obstante, los rendimientos de los planes del sistema individual han sido mejores en conjunto (han perdido de media un 6,44%) que los del sistema de empleo, ya que estos últimos arrojaron una pérdida media del 10,50%, hecho que tiene su explicación en las políticas de inversión más arriesgadas de los planes de empresa mientras los planes de tipo individual, que son comercializados por las entidades bancarias y financieras a través de sus redes de oficinas, miran con mayor cuidado los resultados a corto plazo y tratan de asumir menores riesgos, ya que su capacidad de crecimiento y de captación de clientela depende en buena medida de los resultados que obtengan. Este condicionante no siempre existe en los planes de empleo, menos abstraídos por el corto plazo y con estrategias de inversión más a largo.
La principal fuente de pérdida fue la renta variable, un tipo de inversión que este año mantiene constantes muy similares a las del pasado ejercicio, incluso con niveles de volatilidad más acusados. Habrá un momento en el que las Bolsas hayan llegado al convencimiento de que han tocado mínimos, a partir del cual iniciarán una reacción alcista. Pero mientras eso sucede, las tentativas de reacción y los intentos frustrados configuran un mercado bursátil de alto riesgo, que los partícipes de planes de pensiones prefieren ver desde lejos, ya que la elevada volatilidad multiplica el riesgo de pérdida y hay alternativas suficientes en el mundo de los planes como para quedarse de momento al margen de la trifulca bursátil, mientras la Bolsa resuelve sus dudas y la economía encuentra finalmente el rumbo adecuado para facilitar la recuperación de los mercados.