El parón económico fuerza al canal de distribución a readaptarse
El parón de la demanda tecnológica ha tenido otro afectado: el canal de distribución. Mayoristas y tiendas de informática buscan controlar sus stocks para evitar que los almacenes se llenen de productos sin vender. Además, han concentrado marcas en sus lineales para ahorrar costes.
La industria está convencida de que para que el sector funcione correctamente a todas las partes de la cadena les debe ir bien: fabricantes, mayoristas y tiendas. Los expertos consultados advierten que es necesario que todos remen en la misma dirección y coordinen sus acciones.
Un gran riesgo al que se enfrentan todos es al sobrestock, tal y como señala Oriol Cornudella, director de la región mediterránea de Tech Data (España, Portugal e Italia), una de las principales empresas mayoristas del mundo. 'Esta industria no es ajena a la crisis y las fábricas estaban produciendo con normalidad hasta hace unos meses; ahora toca reajustarse', añade Martín Pérez, presidente de la patronal del sector, Asimelec.
El riesgo es cómo sacar ese sobrestock en un sector donde los productos no pueden quedarse en los almacenes tres o cuatro meses por la propia dinámica de innovación de esta industria, aclara Cornudella. Además, el cómo se haga el ajuste es delicado para las arcas de las empresas implicadas, porque como apunta Pérez, la necesidad de deshacerse de los stock llevará aparejada una bajada de precios. Sin duda, un problema en un sector en el que 'no hay muchos márgenes y en el que todo está milimetrado', como recuerda José María García, responsable de ventas de las divisiones de empresa y consumo de la compañía mayorista Esprinet.
Efectivamente, la cuestión es grave porque llueve sobre mojado. El presidente de Airis, José Vicente Molera, aseguraba hace unos días que muchas tiendas informáticas han visto reducir sus ventas un 50% en el último año. 'Primero porque los productos TIC de consumo han bajado en los últimos 12 meses un promedio del 20% y, segundo, porque la demanda en este entorno se ha reducido un 30%', añade Cornudella, quien asegura que la demanda de tecnología por parte de las empresas ha descendido, pero menos.
Los nubarrones que sobrevuelan el sector también van a propiciar otros efectos. Uno de ellos, la desaparición de fabricantes en los lineales de los retailers. 'Quien trabaja ahora con cuatro marcas, se quedará con dos. Los minoristas necesitan mantener la misma rentabilidad y la única manera de lograrlo es reduciendo el portfolio y optimizando la cadena de suministro', continúa el directivo de Tech Data.
Esta política, positiva para unos, será negativa para otras empresas, porque la medida favorecerá a unos fabricante frente a otros. 'Los más débiles lo pasarán peor en 2009 y es de esperar que se produzca una consolidación en el mercado en busca de economías de escala que permitan mantener los beneficios de las empresas', según el presidente de Asimelec.
En una línea similar, García apunta que las tiendas informáticas van a verse obligadas a especializarse, proceso en el que no descarta que se produzca una reestructuración que implique el cierre de los establecimientos no rentables. El directivo de Esprinet advierte que la compañía que no se ajuste lo va a pasar mal.
García comenta también que la situación puede provocar un proceso de consolidación entre cadenas de tiendas, y recuerda que durante 2008 ya se produjeron movimientos en este sentido como la compra de Boulanger España, cadena especializada en el sector de electrodomésticos y electrónica, por parte de Sonae.
Pese a la incertidumbre sobre los stocks y a la amenaza que se cierne sobre el sector por la crisis, los expertos consultados confían en que habrá novedades en los lineales a lo largo del ejercicio. No obstante, Cornudella explica que los estrenos vendrán en 2009 más por la vía de los diseños que de la propia tecnología.
Además, el ejecutivo afirma que es el momento de agudizar la imaginación para lanzar nuevos productos que se adapten a las demandas del público con precios más baratos como ha ocurrido con los portátiles ultraligeros o netbooks, el producto estrella de la última campaña navideña. 'Un usuario que sólo necesite un dispositivo para conectarse a internet no va a pagar 1.000 euros por un portátil, buscará opciones más asequibles', indica.
Reclaman medidas para frenar la morosidad
El otro gran riesgo del sector es el financiero. 'Hay una gran inquietud en determinar qué empresas son capaces de gestionar el crédito y cuáles no' para apostar por ellas y tener cubierta la tesorería, señala Oriol Cornudella director de la región mediterránea de Tech Data. El directivo asegura que este problema está generando un gran nerviosismo, especialmente en España, 'porque tenemos un ratio de morosidad mucho más elevado que en otros países europeos y esto hace que las agencias de rating bajen la cobertura de riesgo de todo el sector'.Para este experto, al igual que para el presidente de Asimelec, una salida al problema sería que el Gobierno obligue por ley a que las Administraciones Públicas paguen sin excepción en un plazo máximo de 60 días. 'Eso ayudaría a poner dinero en el mercado, que a su vez incentivaría la demanda de tecnología', añaden ambos. Hoy estas instituciones aprovechan su fuerza para pagar a 4 y 6 meses, comentan.Estos expertos confían en que salga adelante una Proposición de Ley del Grupo Parlamentario Convergència i Unió para modificar la actual Ley de Morosidad 3/2004, que pretende reducir el plazo de pago de las operaciones comerciales a 30 días, con un periodo máximo de 60 días. La Confederación Española de Organizaciones Empresariales del Metal (Confemetal) ha celebrado esta iniciativa y recuerda que Francia ya ha puesto en marcha una medida similar desde el 1 de enero de este año.