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Columna
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Una terapia aceptable

Pfizer sabe una cosa o dos acerca de curaciones. Pero los gigantes farmacéuticos no han encontrado un remedio efectivo para tratar el dolor que sus accionistas han venido padeciendo. La negociación de las acciones a niveles de 1997, mientras encontraban crecimiento en una recesión, es un desafío. Un potencial acuerdo con Wyeth, el grupo farmacéutico que tiene la mitad de su tamaño, parece una terapia aceptable.

No es que Wyeth ofrezca una varita mágica para responder a las dificultades de Pfizer para sacar nuevos medicamentos de éxito y protección para las pérdidas de patentes en su fármaco contra el colesterol estrella Lipitor. Pero una fusión podría permitir a los dos grupos reducir sustancialmente costes y hacer un fondo común más efectivo de su gasto en I+D.

Una reducción del 50% en el presupuesto de I+D de Wyeth, de 3.300 millones de dólares, podría dar un valor neto presente después de impuestos de unos 11.000 millones de dólares. Por sí mismo, esto podría justificar que Pfizer pague una prima de más del 20% sobre el precio de la acción. Añada a esto un 15% de recorte en el remanente de Wyeth de 13.000 millones de dólares en gastos anuales y podría dar otros 14.000 millones de valor creado por el acuerdo.

Por supuesto, los accionistas de Wyeth pueden pedir una prima más alta. Pfizer puede probablemente querer pagar en acciones, pero podría encontrar algo de dinero. No tiene tanto a mano como parece -la mayor parte de él está alojado en el extranjero-.

Pagar cualquier deuda podría ser pan comido. No sólo podría genera el grupo conjuntamente un prodigioso cash flow, Wyeth tiene negocios que Pfizer puede no querer poseer. Un 5% de sus ingresos proceden de productos veterinarios y otro 10% de productos de consumo como Chapstick y Preparation-H. Vendiendo estos, como Pfizer hizo con sus propias marcas de consumo a J&J, podría ayudar a favorecer el acuerdo.

La misma clase de lógica tiene para otros en el sector de los medicamentos y más allá. En un momento en que las economías de todo el mundo se están ralentizando y la presión de los Gobiernos para reducir el elevado gasto farmacéutico, es poco probable que Pfizer y Wyeth sean las únicas dos compañías que vean los méritos de que dos se conviertan en una. Por Rob Cox

El agujero de la vivienda

Más noticias nefastas sobre la economía estadounidense: el número de viviendas comenzadas a construir en diciembre cayó hasta las 550.000, un 31% por debajo de su descenso récord. Pero eso no es tan malo como suena si se traduce en una reducción del parque de viviendas, permitiendo que los precios encuentren un suelo. Ambos procesos podrían estar casi completados para fin de año, lo que estabilizaría el valor de las hipotecas y ayudaría a acabar con la crisis bancaria.Las viviendas nuevas cuesta venderlas actualmente 11,5 meses. Para equilibrar el mercado, las casas se deben vender más rápido de lo que se tardan en construir. Las viviendas comenzadas en diciembre disminuyeron un 47% respecto a 2007, y las unifamiliares más del 49%, mientras que las ventas de estas últimas cayeron sólo un 35%. La regresión de las tendencias a largo plazo de la construcción y promoción de viviendas unifamiliares sugiere que la absorción de la oferta debería empezar cuando las ventas registradas pasen del 72% de las que se empiezan a construir. Por tanto, sólo se requeriría vender 396.000 de las que se comenzaron a construir en diciembre.El índice de precios de viviendas Case-Shiller bajó un 18% en noviembre y un 23% respecto a su máximo. El índice FHFA del mismo mes, que cubre las hipotecas garantizadas de Fannie Mae y Freddie Mac, cayó sólo un 8,7% con respecto a 2007. Esta diferencia se debe a que el índice Case-Shiller incluye viviendas financiadas por hipotecas jumbo, que se han encarecido significativamente y se han vuelto más difíciles de obtener.En cualquier caso, la ratio del precio medio de las viviendas y de la renta media se redujo en noviembre entre 4,6 y 3,5 veces respecto a su máximo, un descenso ligeramente superior a la media del periodo 1980-2007 (3,2 veces). Si los precios de las viviendas siguen cayendo mensualmente al 1,8%, como en noviembre, la ratio precio-ingresos alcanzará su media histórica en abril de este año.Si tenemos todo esto en cuenta, las ventas de viviendas deberían empezar a absorber el exceso de oferta para finales de año, mientras que la caída de precios se debería frenar. Aunque el sector de la construcción tendrá aún problemas, al menos se conocerán las pérdidas que puedan tener las hipotecas en el peor de los casos, ya que el valor de su aval se habría estabilizado. Por Martin Hutchinson

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