Sinopec quiere financiar el 20% de Repsol sin los bancos de Sacyr
El gigante chino Sinopec está sondeando el mercado en busca de financiación para comprar el 20% de Repsol en manos de Sacyr. Fuentes cercanas al proceso aseguran que la petroquímica no se ha comprometido con un precio, pero trata de evitar la subrogación al crédito de 5.175 millones por el que la constructora entró en el capital de Repsol.
Sinopec quiere ser el primer accionista de Repsol y para conseguirlo intenta esquivar las barreras que están cerrando el paso a Lukoil. De hecho, actúa con una estrategia radicalmente distinta a la seguida por la multinacional rusa. La primera clave, según fuentes cercanas a las negociaciones, radica en no tensar la cuerda en el asunto del precio. Un detalle crucial del que parece no querer hablar hasta saber en qué condiciones obtiene crédito. La segunda diferencia es que Sinopec busca materializar la operación sin pasar por la ventanilla de los bancos acreedores de Sacyr Vallehermoso.
Y es que la subrogación al crédito de 5.175 millones, que la constructora firmó con 48 bancos, es el punto que ha frenado el ímpetu de Lukoil. Santander, Caja Madrid, Calyon, Citi y el resto de entidades no se niegan a cambiar Sacyr por otro cliente, pero no están por la labor de rebajar las garantías que actualmente tiene comprometidas la compañía que preside Luis del Rivero.
Los avales que está dispuesta a comprometer Lukoil, especialmente en forma de reservas de crudo, no satisfacen al sindicato de bancos por lo que, de momento, no hay crédito. Sinopec, por su parte, no quiere ni plantearse ese proceso. De hecho, ha abierto una ronda de contactos en terreno propio, en Asia, donde estaría buscando acreedores tanto en Pekín como en Hong Kong, según informa Dow Jones.
En cuanto a Sacyr, insiste en abandonar su aventura en el mercado de la energía sin minusvalías. Su paquete de acciones está tasado en 3.362 millones al cierre bursátil del viernes. Una cantidad 3.164 millones por debajo de los 6.526millones que pagó la constructora (176 millones de capital social, más 1.175 millones de un préstamo subordinado de la propia Sacyr Vallehermoso, más los 5.175 millones que le dejaron los bancos) en el último trimestre de 2006 para ser primer partícipe de Repsol.
El precio está por discutir
El 20% se está ofertando a 26,7 euros por título. Y parece que Sinopec ha lanzado tímidos mensajes de poder llegar a una cifra que estaría entre los 25 y los 26,7 euros. A renglón seguido las mismas fuentes consultadas matizan que las negociaciones son lentas y que el gigante chino no se ha comprometido con una cantidad.
Ni Sacyr ni Sinopec hacen comentarios respecto a la marcha de sus contactos. Eso sí, la española reitera que está tratando la venta a varias bandas, en un proceso que comenzó en agosto, y que la opción de Lukoil no está descartada. Como adelantó CincoDías, los bancos no van a exigir nuevas garantías a Sacyr -que deberían aportarse cuando su filial Testa y las propias acciones de Repsol no cubran el 115% del crédito durante tres jornadas consecutivas-mientras negocie la salida de su participada.
Quien sí se refirió al caso fue el ministro de Industria, Miguel Sebastián, para asegurar que al Gobierno no le ha sido comunicada ninguna operación de compra sobre Repsol.
La acción de Sacyr retrocedió un 1,67% el viernes, hasta los 5,9 euros. En cuanto a Sinopec, se dejó un 1,9% tras anunciar que su beneficio de 2008 podría caer en torno al 50% impactado por la volatilidad en los precios del crudo a lo largo de 2008.
La Caixa huye del papel que jugó con Lukoil
Tras llevar la voz cantante en las negociaciones con Lukoil para traspasarle hasta un 29% de Repsol, La Caixa no está dispuesta a desgastarse en un nuevo proceso en el que, hipotéticamente, podría colocar parte del 14% que controla en la petrolera.La entidad que preside Isidro Fainé reconoció el 21 de noviembre ante el mercado su participación, junto al holding de participadas Criteria, en las "conversaciones con varios potenciales inversores en Repsol YPF". Y matizó más aún, a través de un comunicado a la CNMV, al reconocer hilo directo con los representantes de la petrolera rusa.Su intención pasaba por vender hasta un 9% "si Lukoil alcanza un acuerdo con Sacyr para la compra de su participación en Repsol y con las entidades bancarias para financiar la operación".La oposición generalizada de asociaciones de accionistas minoritarios, grupos políticos y del propio Gobierno de Rodríguez Zapatero a que el gigante ruso tomara las riendas de una compañía "estratégica" para el país hizo que La Caixa retrocediera y aparcara su plan de desinversión. Una desactivación que se materializó a través de un nuevo comunicado a la CNMV el pasado 29 de diciembre.Abierto el frente de Sinopec, la postura de La Caixa es de "total pasividad", según argumentan fuentes cercanas a la entidad financiera. æpermil;stas señalan que todo el protagonismo recae en los bancos de negocios contratados por Sacyr, Dresdner y Citi, pero en ningún momento descartan una eventual participación en la operación si Sinopec demanda más de un 20% del capital de Repsol. Fuentes oficiales de La Caixa eluden hacer comentarios al respecto.