La protección al cliente debe empezar por su seguridad
Los pilotos de Iberia llevamos intentando negociar con la empresa un convenio colectivo desde que se firmó el último hace más de 11 años. En concreto, esta Sección Sindical lleva 13 meses, desde que asumió el cargo, después de que lo intentaran otros cuatro equipos de pilotos, frente a los mismos directivos de la compañía.
En la actualidad, quedan aún tres temas que están en fase de negociación. Dos de ellos están relacionados fundamentalmente con la seguridad y el cumplimiento de las normas a la que nos obligan nuestros deberes ante la Administración, inherentes a nuestra licencia de vuelo y principalmente a nuestra responsabilidad ante la sociedad como últimos garantes que somos de la seguridad de un vuelo.
El tercero de ellos está relacionado con la protección de nuestros puestos de trabajo, que en los últimos años se han visto gravemente erosionados por la política de externalización de producción por parte de la empresa y que ahora, de responder a estos mismos criterios las fusiones de Clickair con Vueling y la de Iberia con British Airways (BA), supondrían una vez más una gran pérdida de puestos de trabajo para los trabajadores de Iberia y una dilapidación del esfuerzo económico que han realizado estos últimos para generar beneficios durante los últimos años y que han permitido que la compañía acumule una caja de 2.800 millones de euros.
Este capital sería entregado ahora a BA, junto a los más de 7.000 millones de euros que los españoles hemos invertido en el aeropuerto de Madrid- Barajas y que también sería entregado en el mismo lote a la nueva empresa resultante de la fusión, en la que BA será máximo accionista.
Asimismo queremos reiterar que los pilotos de Iberia en ningún momento hemos estado en huelga, simplemente la empresa ha querido eludir sus responsabilidades derivadas de una ineficiente gestión, en unos días en los que se han sumado la falta de aviones, de tripulaciones y de mecánicos con el cierre de las pistas por falta de controladores y posteriormente la nevada y los días de intensa niebla, así como en una época de alta demanda como es el periodo de Navidades y Reyes. Es decir, una inadecuación de los medios a la oferta de billetes realizada por Iberia. De hecho, nosotros, de haber querido hacer huelga, la hubiéramos hecho legalmente ya que en nuestro sector, y debido a la existencia de la Ley de Seguridad Aérea, las huelgas de celo están muy perseguidas y penadas hasta con la retirada de la licencia de vuelo al piloto.
La empresa ha querido utilizar la herramienta fácil de echarnos a la sociedad encima, incluso a la autoridades, para tapar sus carencias y tomar provecho y presionar ilícitamente en las negociaciones con los pilotos.
Iberia no ha podido en ningún momento demostrar la existencia de la pretendida huelga de celo, gracias a que hemos recurrido a la Administración solicitando la intervención de ésta mediante inspecciones a nuestra operación.
Los temas relacionados con la seguridad a los que nos referimos son:
l Régimen disciplinario. Es absolutamente falso que el Sepla esté pidiendo que en caso de un despido improcedente sea el piloto y no la empresa la que decida su readmisión al puesto de trabajo. Los pilotos, ante la fuerte presión que en los últimos tiempos están sufriendo en las decisiones que toman relacionadas con la seguridad de un vuelo, ocultándoles información y amenazándoles con sanciones cuando estas decisiones afectan económicamente a la empresa, hemos propuesto a la dirección soluciones que están en el sector y que una vez más están recogidos en los convenios colectivos de las empresas como Air France, KLM, Lufthansa, Air Europa y Spanair. Estas peticiones están encaminadas a la conformación de una comisión que analice objetivamente la actuación profesional antes de decidir medidas disciplinarias contra un comandante que haya adoptado decisiones relacionadas con la seguridad. Esta fue una propuesta de la propia compañía que luego retiró de la mesa de negociación.
l Protección al cliente. Los pilotos somos los primeros interesados en proteger al cliente, pero la protección al cliente no puede suponer alargar la actividad del piloto por encima de las 13 horas, llegando hasta las 16 horas, como quiere obligar la empresa al piloto. Esto supone un aumento de la fatiga y la carga de trabajo de las tripulaciones, con lo que conlleva de peligro. De esta forma, la empresa pretende ahorrarse el gasto de hoteles y de alimentos e indemnizaciones a los pasajeros.
La Agencia Europea de Seguridad Aérea de la Comisión de Transportes acaba de publicar un estudio médico encargado por dicha Comisión que expresa que las cargas de fatiga que generan las cargas de trabajo superiores a 12 horas producen una situación de cansancio que a partir de las 13 horas multiplica por más de cinco veces los niveles de fatiga. Esto desaconseja cualquier actividad de vuelo que supere las 12 horas. Iberia pretende llegar a las 16 horas. Nosotros, al negarnos a esto, estamos protegiendo, obviamente, la seguridad de los clientes.
El cliente merece toda la protección, y así lo defendemos los pilotos, pero no sobrecargando de trabajo a la plantilla por encima de las horas permitidas. Los pilotos creemos que las medidas de protección deben ir dirigidas a la dotación de los medios necesarios por parte de la empresa para desarrollar con seguridad su operación. Actualmente faltan aviones, mecánicos y pilotos en Iberia para trabajar y poder ofrecer un servicio al cliente de calidad y sin riesgos. La solución no reside en obligar a la plantilla a trabajar en sus días libres y de descanso.
Proteger al cliente es tener un número suficiente de medios materiales y humanos para poderlo llevar de un punto A a otro B con seguridad, regularidad, eficiencia y economía. Recortar al cliente los medios necesarios para transportarle no es, precisamente, protegerlo.
Justo Peral. Jefe de la Sección Sindical de Sepla Iberia