Las altas en telefonía móvil se hunden, pero la banda ancha aguanta la crisis
Las formas más tradicionales de comunicarse están siendo las más afectadas por la crisis, pero no en la misma medida. El segmento que más sufre la desaceleración del consumo es la telefonía fija, que perdió el pasado noviembre 75.712 líneas, según los datos del informe mensual de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT). Los clientes particulares están empezando a prescindir del teléfono fijo en sus hogares y piden la desconexión de la línea, pero el número de empresas que hacen lo mismo es mucho mayor. Los despidos y el cierre de compañías son los causantes.
En telefonía móvil el escenario es distinto. El sector crece, pero el número de altas es el menor desde que hay datos. En noviembre, las operadoras lograron 65.176 clientes, una cifra que puede parecer abundante, pero que se compara con los casi 150.000 o los más de 300.000 de octubre o septiembre.
El frenazo, por tanto, es considerable, aunque no igual para todos. Yoigo lidera la captación de clientes entre septiembre y noviembre, con el 34,4%, mientras que Orange se recupera de sus malos datos y se hace con el 26,1% de las altas.
El segmento pospago o de contrato fue el que mantuvo en positivo el ritmo de crecimiento del total de líneas, que se situó en el 4,4% interanual con 92.619 altas netas. La modalidad de prepago perdió 27.443 usuarios.
El segmento que parece inmune a la crisis es la banda ancha, que en noviembre incrementó su ritmo de crecimiento y logró 86.404 nuevos clientes. El 52,9% de las altas de los últimos tres meses las consiguió Telefónica. Las líneas DSL volvieron a ser el motor de este crecimiento con 76.935 altas frente a las 9.469 registradas por el cable módem.