La compra de Spanair se complica por la falta de inversores catalanes
El proyecto para convertir Spanair en la aerolínea de bandera de Cataluña pierde fuerza. Su principal valedor, el empresario Joan Gaspart, reconoce que el dinero no termina de llegar. SAS y el grupo de empresarios catalanes se darán hasta el 28 de febrero para seguir intentándolo.
Saltar de las buenas intenciones a los hechos puede ser muy complicado; sobre todo cuando los protagonistas tienen que retratarse poniendo dinero encima de la mesa.
Esto es lo que ocurre con el proyecto en el que se ha embarcado la aerolínea escandinava SAS y un grupo de inversores catalanes encabezados por Joan Gaspart para reestructurar el capital y la operación de Spanair y convertirla en 'una compañía de bandera de Cataluña'.
Fuentes conocedoras del proceso han asegurado que del alborozo inicial de algunos industriales por participar en la creación de una nueva Spanair con un 80% de capital catalán, se ha pasado ahora 'a compromisos que no terminan de concretarse para tomar participaciones que no superan el 2% o el 3%'.
La filial española de la escandinava SAS perdió 130 millones en 2008 y debe 500 a su matriz
Los plazos para dar luz verde a la compra se echan encima (la fecha limite inicial se fijó en el 31 de enero), y las partes parecen decididas a darse una prórroga de un mes, hasta el 28 de febrero con el fin de evitar que el fracaso de esta operación lleve a Spanair a una situación insostenible.
El compromiso de la Cámara de Comercio de Barcelona, del Consorcio de Turismo y del ayuntamiento ciudad, así como de Catalana d'Iniciatives por implicar a capitalistas en el proyecto es fuerte. Pero las intenciones no bastan. Spanair ha acumulado pérdidas de 130 millones en el ejercicio de 2008 y ha contraído una deuda de 500 millones de euros con su dueño, que el grupo escandinavo SAS no puede permitirse el lujo de dar por perdida.
El presidente de Turismo de Barcelona, Joan Gaspart, en una entrevista concedida a COM Radio reconoció las 'complicaciones' por las que atraviesa la compra del 80% de Spanair por capital privado catalán. 'No es fácil comprar una aerolínea en la situación de crisis actual, pero esta es la última oportunidad y si no tenemos éxito esto se ha acabado. No hay en el mundo compañías aéreas que se puedan comprar ahora como Spanair'.
Gaspart no dio muchas pistas sobre el estado de las negociaciones, aunque señaló que el mundo empresarial no está en su mejor momento. 'La operación es buena para el país, pero desde el punto de vista financiero es de largo recorrido y es normal que el empresariado no se acabe de decidir'. En su opinión, el éxito de la operación 'dependerá de todos aquellos que han dicho que lo ven bien y que debe hacerse; en vez de decirlo, que hagan un paso adelante y pongan dinero'. Para Gaspart, el aeropuerto de El Prat-Barcelona solo tendrá futuro 'si logra tener su propia compañía, que sea nuestra al cien por cien'.
Alarma por el deterioro de la gestión
El sindicato de pilotos en Spanair está elaborando una declaración que hará publica a principio de la próxima semana en la que exigirá que se acelere la entrada de nuevos accionistas en el capital de la compañía. Fuentes de esta central sindical argumentan que la urgencia del relevo se debe al 'evidente vacío de poder y de liderazgo que sufre la dirección operativa y comercial de Spanair en estos momentos'. El relevo accionarial acapara toda la atención y no existe la menor tensión por mantener el pulso del negocio. Las fuentes citadas explican que en la temporada más baja de vuelos del año y coincidiendo con una crisis brutal de demanda 'es normal que los tráficos caigan, pero ahora nadie hace el menor esfuerzo por mantener las constantes vitales de la marca'.Fuentes conocedoras de la situación han señalado que el resto de las aerolíneas españolas están muy pendientes del futuro de Spanair y de la posibilidad de que pueda consolidar posiciones en el aeropuerto de El Prat. Ahora ninguna de ellas tiene la intención de intervenir en el proceso de compra.