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Cinco Sentidos

Consejeros más cerca del negocio y mejor informados

Un consejo de administración involucrado y al día será clave para sortear la actual crisis financiera

Las empresas tratan de ponerse al día para hacer frente a la tormenta financiera que se vive en los mercados de gran parte del mundo y que afecta a todas las áreas y estamentos de muchas organizaciones. En este entorno turbulento, la eficacia en las labores de supervisión y la correcta composición de los consejos de administración de algunas compañías se han puesto en tela de juicio, como ha sido el caso de la cuarta entidad financiera de Estados Unidos, Lehman Brothers, que quebró el pasado septiembre.

'Una de las funciones del consejo es asesorar para el mantenimiento de la compañía a largo plazo. En época de crisis se ve si éste ha cumplido o no con su papel y si los consejeros lo han sido realmente', comenta José Ramón Pin, profesor de la escuela de negocios IESE. 'Es evidente que Lehman, por ejemplo, tenía un consejo que no fue capaz de velar por la prudencia de las operaciones', añade. Para Pin, tener información sobre la evolución de los mercados y la economía, tomar medidas prudentes de autofinanciación, controlar el exceso de gastos o asesorar en las líneas de financiación son algunas de las funciones clave de estos organismos.

En definitiva, estar más cerca de la compañía e involucrados en el día a día del negocio será una premisa fundamental de los consejos de administración para superar con éxito los malos tiempos y los cambios continuos que se están viviendo en el mercado. En Caixa Catalunya no lo han pasado por alto. El consejo de administración de esta entidad financiera se sentará por primera vez en el aula, donde varios expertos ampliarán sus conocimientos sobre las nuevas realidades del mercado financiero en distintas sesiones de formación.

'Esta iniciativa surge del propio consejo debido a los numerosos cambios y a los nuevos elementos, fórmulas y técnicas que van apareciendo constantemente en el mercado financiero y que requieren ser conocidos para que la toma de decisiones en la compañía sea más completa', señalan fuentes de la entidad.

Según Javier Anitua, socio de Russell Reynolds, 'los consejos no dan siempre el soporte necesario a los primeros ejecutivos de las compañías y menos en situaciones como las actuales. Actúan fundamentalmente como supervisores, pero no siempre aportan soluciones', señala. Este experto asegura que la rotación parcial, pero regular de los consejeros, su adaptación a las necesidades de las empresas y una revisión periódica (cada dos o tres años) son medidas imprescindibles para garantizar la eficacia de este organismo.

Uno de los sectores en los que la crisis ha dejado mayor huella en España es el inmobiliario, en el que ha habido 'falta de visión y confianza desmedida en gestores queriendo creer sus proyecciones', dice Anitua. El sector financiero, por su parte, 'se ha dejado llevar por beneficios extraordinarios, incurriendo en riesgos extraordinarios', señala José Ramón Pin.

Prudencia e independencia son dos de las características que debe tener cada uno de los miembros de un consejo de administración. 'Según el Código Cadbury, de buen gobierno, cuando la retribución por formar parte del consejo excede la quinta parte de los ingresos totales de la persona, la independencia se pierde', añade Pin. El presidente del consejo debe hacer que éste sea el órgano de asesoramiento y control de los altos ejecutivos de las compañías. 'En ocasiones existen intenciones sanas, pero imprudentes de la parte ejecutiva; por ello, se suele aconsejar que el presidente del consejo de administración y el consejero delegado tengan funciones distintas', apunta el profesor del IESE.

El caso alemán, a estudio

La formación del consejo de administración afecta a los resultados de la compañía. Un estudio que analiza las consecuencias que sufrieron los bancos alemanes con la crisis subprime, demuestra que aquellas entidades en las que los miembros del consejo de administración estaban mejor preparados sufrieron pérdidas menores.'La mejora de los consejos en las entidades, por lo tanto, es conveniente y puede ser una herramienta mucho más resistente que otros instrumentos normativos', destaca el informe.Otra de las conclusiones que se desprenden del estudio del caso alemán es que existen importantes diferencias entre las entidades financieras públicas y las privadas.Para llegar a esta conclusión se analizaron los antecedentes biográficos de 593 miembros del órgano de supervisión de los principales bancos de Alemania (se tuvieron en cuenta aspectos como la educación, la experiencia financiera o la gestión). Los resultados fueron que existe una gran diferencia en la formación y en la experiencia de gestión del consejo de administración entre los representantes de las entidades privadas y los de los bancos de propiedad estatal. Los miembros del consejo de administración de las entidades públicas deben sus puestos en muchas ocasiones a las conexiones políticas, y a menudo carecen de experiencia en asuntos financieros, se explica en el estudio. En cuanto al sector bancario alemán, cabe destacar que los bancos internacionales tienen sólo una pequeña cuota de mercado en Alemania y que las entidades estatales representan más del 40% de todos los activos en su sistema bancario, mucho más que en cualquier otro país de la UE.

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