Del ejercicio del poder al negocio de las memorias
Laura Bush se une a la lista de poderosos que escriben sus autobiografías al dejar sus cargos.
Laura Bush aún no ha salido de la Casa Blanca y ya ha firmado un contrato para escribir sus memorias. El presidente George W. Bush no tardará mucho en hacerlo, como sus predecesores en el cargo. Las autobiografías han dado grandes obras a la literatura y mueven grandes cantidades de dinero.
Las biografías presidenciales son un género establecido en Estados Unidos, explica Miguel Aguilar, editor de Debate. 'Tiene mucha tradición desde el siglo XIX', explica. Las Memorias del presidente Ulysses S. Grant fueron un gran éxito en su momento. También lo fueron las de Ronald Regan, Una vida americana y Los diarios de Reagan.
La tradición incluye a los presidentes y a las primeras damas, y las ganancias varían según el interés que provocan. Tanto Bill (Mi vida, Plaza y Janés) como Hillary Clinton (Historia viva, Planeta) cobraron en torno a los seis millones de euros por escribir sus libros, mientras que Laura Bush se ha quedado en 1,2 millones, según The New York Post. En las negociaciones con la editorial -Scribner- a Laura la ha representado el abogado Robert Barnett, que ha representado a muchos políticos estadounidenses, especialmente en sus negociaciones con las editoriales.
En 2004 Barnett consiguió para Barack Obama un contrato de 1,4 millones de euros por tres libros de memorias, de los cuales uno había sido publicado nueve años antes, Sueños de mi padre (Ediciones Almed) y otro lo publicó en 2006, La audacia de la esperanza (Península Ediciones). El poco interés que produjo en España la compra de los derechos de Sueños de mi padre da una idea de la poca confianza que se tenía en que fuera presidente, o siquiera candidato demócrata.
Una portavoz de Almed, la pequeña editorial granadina que compró los derechos para los países de habla hispana, recuerda que casi no tuvieron competencia cuando quisieron comprarlos. Y ya había empezado 2008. El libro salió en octubre, y en los dos primeros meses se vendieron 3.000 copias, el que más ha logrado hasta ahora. Almed tiene un catálogo corto, con algunas autobiografías, como uno de los tomos de la de Winston Churchill, que será publicado próximamente.
Robert Barnett también está detrás del contrato de Tony Blair, ex primer ministro británico, que cobró 5,2 millones de euros, según The Sunday Times. Su esposa, Cherie Blair, cobró 1,1 millones por las suyas. Tendrá que competir con Margaret Thatcher, que vendió 5000.000 ejemplares de Los Años de Downing Street. Otras obras de éxito, cuenta Miguel Aguilar, de Debate, fueron las de Fidel Castro (Biografía a dos voces).
En el mundo de los empresarios es más difícil encontrar autobiografías, aunque están las de Ted Turner y las de Richard Branson, que ha publicado varios libros sobre su vida, con títulos sugerentes: Perdiendo mi virginidad y Hagámoslo, entre otros. 'Allí los empresarios hablan mucho de sí mismos', destaca Aguilar.
En España es poco común que los políticos publiquen sus recuerdos. 'Lo más difícil es que sean sinceros', señala el periodista Manuel Cuyás, que colabora en las memorias de Jordi Pujol. 'Las autobiografías deja cabos sueltos y dan ideas a los investigadores', añade.
De los ex presidentes del Gobierno, sólo Leopoldo Calvo-Sotelo y José María Aznar (y su esposa Ana Botella) publicaron autobiografías, pero ni Adolfo Suárez ni Felipe González han escrito las suyas, aunque sí Alfonso Guerra.
Los empresarios todavía son más reacios a contar su vida, ni en entrevistas ni en libros. En Cataluña se han publicado algunos libros de memorias, cuenta Cuyás, 'pero están más centradas en su relación con el mundo de la cultura'.
La vida de dos políticos catalanes
Las memorias de políticos españoles escasean, pero en el último año han coincidido dos muy sonadas, el primer tomo de la autobiografía de Jordi Pujol, y la de Pasqual Maragall, ambos ex presidentes de la Generalitat de Cataluña.'A Pujol le había dicho, como mucha otra gente, que debería escribir sus memorias', recuerda Manuel Cuyás, director adjunto del diario El punt, que colaboró en la redacción de Memorias (1930-1980) (Proa en catalán, Destino en castellano), el primero de una trilogía que salió publicado hace un año.Finalmente Pujol accedió, y entonces fue un torrente. 'El sabía todo lo que quería contar, prácticamente no tenía que preguntarle', explica el periodista. El procedimiento para realizar una autobiografía es muy variado, en función del número de personas que colaboren. Ambos hicieron cuatro o cinco lecturas del libro hasta darle el visto bueno. Cuyás hizo un pequeño trabajo de documentación para comprobar algunas fechas, pero la obra es básicamente la visión que Pujol tiene de su propia vida. 'Lo que se encuentra a faltar es lo que él no quiso contar', añade Cuyás.Cada tomo consta de 400 páginas, en las que Pujol 'hace una reflexión política trufada de anécdotas, que lo hacen accesible a la señora María y al político más experto. Pujol es un animal político, no dice una palabra porque sí'.En este año se han publicado también Oda inacabada (RBA), la autobiografía de Pasqual Maragall, casi al mismo tiempo que una biografía, El hombre y el político (Ediciones B), de Esther Tusquets y Mercedes Vilanova, basado en entrevistas con el político socialista.