EE UU abre la puja de Airbus y Boeing por el nuevo 'Air Force One'
El Gobierno estadounidense ha dado el pistoletazo de salida a la puja por renovar el Air Force One, el avión que traslada al presidente de los EE UU. Un contrato goloso, sobre todo por el carácter de icono que tiene la aeronave, en el que los principales candidatos son los dos grandes de la aeronáutica mundial: la europea Airbus y la estadounidense Boeing.
La Fuerza Aérea de EE UU (USAF) ha abierto el plazo para que las empresas con posibilidades de participar en el concurso remitan sus muestras de interés antes del próximo día 28, en un proceso en el que todavía no se ha especificado el grado de participación que podrán tener los grupos no estadounidenses.
La USAF pretende hacerse con tres nuevos aviones presidenciales, el primero de lo cuales tendría que entrar en operación a lo largo del año 2017. Los otros dos lo harían en 2019 y 2021. Para esas fechas, los dos aviones en los que en la actualidad se desplaza el inquilino de la Casa Blanca tendrán casi 30 años, el ciclo de vida estimado para el 747-200 de Boeing, el modelo que eligió la Administración Reagan en 1987.
La Fuerza Aérea estadounidense ha llegado a la conclusión de que la alternativa más rentable es la compra de nuevos aviones. 'A medida que los 747-200 se están retirado de la circulación, conseguir repuestos y realizar el mantenimiento se está convirtiendo en algo cada vez más caro', explica en la solicitud de ofertas.
Las principales alternativas para renovar la flota aérea presidencial son, por un lado, el nuevo 747-8 Intercontinental de Boeing, que ya incorpora las tecnologías punteras del 787 Dreamliner, y, por otro, el superavión A-380 de Airbus. La filial aeronáutica de EADS ofrece una aeronave muy atractiva, con serias posibilidades de ganar el contrato, pero tendrá que superar el handicap de ser una empresa europea. Algo que sigue siendo un problema, como quedó demostrado el año pasado con la anulación del concurso millonario para renovar la flota de aviones cisterna que se adjudicó a Northrop Grumman y Airbus.
Una de las estrategias de crecimiento de EADS para los próximos años es la expansión en el mercado estadounidense. El grupo ya se ha marcado como prioridad participar en los próximos contratos de la USAF para renovar los grandes aviones militares de control, vigilancia y reconocimiento.