_
_
_
_
Construcción

La banca exige a San José como garantía su parte en la 'operación Chamartín'

La banca acreedora del grupo San José, propietario de la inmobiliaria Parquesol, ha solicitado como garantías para refinanciar la deuda de la compañía la participación que posee en la sociedad Duch, que gestionará la operación Chamartín. El grupo de construcción rechaza de momento aportar el 27,5% que controla en esta firma.

Representantes del grupo San José, encabezados por su consejero delegado, Miguel Zorita, y de la banca acreedora de la compañía han mantenido desde finales de diciembre varias reuniones para negociar la refinanciación de la deuda del grupo, de 1.200 millones de euros. Las negociaciones, 'muy avanzadas', indican fuentes de la empresa, continuarán al menos esta semana.

El sindicato bancario que financió los 900 millones con los que San José absorbió la inmobiliaria Parquesol, liderado por Barclays, presentó a principios de la semana pasada una propuesta de acuerdo que giraba en torno a tres condiciones esenciales, informan fuentes financieras. La más relevante era el establecimiento de un paquete de garantías adicionales a las ya suscritas, entre las que se incluía las acciones que el grupo presidido por Jacinto Rey tiene en la sociedad Duch, constituida junto a BBVA para desarrollar el proyecto urbanístico conocido como Operación Chamartín.

Además, el grupo de bancos acreedores, constituido por Barclays, Banesto, Banco Pastor, Banco Popular, Banco Sabadell, Caixa Galicia, Caixa Geral de Depósitos, Banco Caixa Geral y Caixanova exigió a la constructora una ampliación de capital de 20 millones de euros para garantizar la liquidez necesaria para afrontar el plan de viabilidad presentado por las entidades financieras, así como capacidad de veto sobre futuras operaciones empresariales incluidas en el mismo, aseguran las fuentes financieras consultadas.

La propuesta ha estado lejos de convencer al grupo pontevedrés que, en una carta firmada por su consejero delegado, Miguel Zorita, ha respondido negativamente a cada uno de los tres puntos fijados por la banca. En la misiva San José entiende la necesidad de establecer nuevas garantías para cubrir el riesgo que asumen los bancos al prolongar el acuerdo financiero, pero rechaza la inclusión de las acciones de Duch en dicho paquete. El grupo posee el 27,5% de dicha sociedad y el resto está en manos de BBVA.

Jacinto Rey ha ofrecido como garantía los 142 megavatios que han sido adjudicados a su grupo en el concurso eólico de la Xunta de Galicia, comunicado a finales del mes pasado. Una garantía condicionada puesto que la concesión no es firme -está pendiente de una resolución de Presidencia- y porque si la constructora entrara finalmente en concurso la adjudicación se le retiraría, ya que la ley impide la concesión de contratos públicos a entidades en concurso de acreedores. La constructora también pretende garantizar el préstamo con licitaciones de obra pública aún no firmes que posee en España y en el extranjero.

San José tampoco comparte la necesidad de ampliar su capital para afrontar el plan de viabilidad a cinco años planteado a las entidades bancarias. La respuesta de Miguel Zorita ha sido que el plan de negocio puede ejecutarse 'manteniendo el actual nivel de recursos propios'. También ha puesto pegas a la posibilidad de que las entidades financieras supervisen las decisiones empresariales en los próximos cinco años.

El grupo San José trabaja en la refinanciación de su deuda para después completar la consolidación de las sociedades controladas por Jacinto Rey (en el cuadro pueden consultarse algunas de las de mayor tamaño, englobadas en la sociedad denominada Udra). El objetivo es fusionarlo con Parquesol y cotizar como grupo San José en Bolsa este año.

La esperanza urbanística de Madrid

La operación Chamartín, la prolongación de los terrenos de la Castellana en casi tres kilómetros, que dará lugar a prácticamente una nueva ciudad, es la gran esperanza de las inmobiliarias y constructoras que operan en la capital española. El proyecto contempla la construcción de 16.000 viviendas, hoteles, centros comerciales, edificios de oficinas y la inversión prevista de 11.000 millones de euros.La Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento y el Ministerio de Fomento acordaron a finales del pasado mes reactivar la operación, 15 años después de que se planteara. Duch, la sociedad en la que San José posee el 27,5% del capital, es la encargada de gestionar la operación. Para ello, se ha comprometido a invertir 1.800 millones de euros en el desarrollo de las siguientes infraestructuras: la urbanización de toda el área; la prolongación del Paseo de la Castellana en casi tres kilómetros; la prolongación de la línea 10 de Metro; el soterramiento de las vías ferroviarias y la sustitución de conducciones del Canal de Isabel II, entre otras obras.Una de las lagunas que persisten en la mayor operación urbanística planteada ahora en Europa es la posición de los antiguos propietarios de los terrenos que en su día los cedieron para edificar la estación de Chamartín, que piden una compensación. Los representantes de las 1.100 familias afectadas solicitan 286 millones de euros, cantidad que resulta de multiplicar el millón de metros cuadrados expropiados por 286 euros el metro cuadrado.

Archivado En

_
_