Las burras de Xanceda ganan la batalla a los lobos
El fabricante de productos lácteos ecológicos confía la defensa de sus 400 vacas a dos borricas
En los últimos cinco meses, y por primera vez en 40 años, la apacible vida de las 400 vacas de la cabaña de Casa Grande de Xanceda, una finca de 170 hectáreas situada en la zona más montañosa de La Coruña, se ha visto alterada por ataques de lobos. Esta explotación ganadera, propiedad de la familia de Juan Fernández-Armesto, abogado y ex presidente de la CNMV, ha llevado su compromiso medioambiental e innovador incluso a la solución de un problema que se ha saldado con la muerte de cuatro vacas y el ataque a otras tantas en dos meses.
La pequeña empresa, uno de los mayores fabricantes de lácteos ecológicos de España, con una producción anual de 1,2 millones de litros y que cuenta con una fábrica de yogures en la misma finca, ha utilizado métodos alternativos para frenar a las manadas de lobos: integrar a burras jóvenes con las vacas.
“El primer paso que dimos -comenta Cristina Fernández-Armesto- fue contactar con las principales asociaciones de protección de lobos, pues son las que mejor conocen el comportamiento de estos animales y que, a nuestro entender, nos podían asesorar mejor”. También pidieron consejo a una organización de protección de animales carnívoros de Namibia, pues “ellos tienen inmensos problemas con leopardos y guepardos que atacan al ganado”, añade.
Los vecinos de Casa Grande de Xanceda (que da nombre al caserón señorial del siglo XVIII ubicado en la finca) han podido comprobar el resultado de dicho asesoramiento: desde hace un tiempo dos borricas pastan libremente en los prados con unas vacas que van recuperando la felicidad perdida.
Según explican en la empresa, una vez que se acostumbran a estar con el ganado, las burras protegen a las vacas como si se tratase de su propia familia. Al contrario de lo que hacen las vacas, las burras se enfrentan a los lobos, por lo que éstos prefieren buscar su presa en cualquier otro lugar para evitar riesgos. Además, recuerdan, las borricas 'rebuznan alertando así de la presencia del lobo'. Es un método alternativo que también vienen utilizando los ganaderos de los Alpes suizos.
Estas dos primeras burras fueron adquiridas a otros ganaderos de la zona y fueron bautizadas con los nombres de Xanceda (en honor al pueblo donde está ubicada la finca) y Junior, el último producto incorporado por la marca, y es 'el primer y único yogur ecológico especialmente elaborado para niños', comentan.
En la empresa (que se remonta a los años sesenta cuando los padres de Juan, Felipe y Victoria Fernández-Armesto la fundaron y que se diversificó hace tres años con la construcción de la fábrica de yogures), se muestran muy satisfechos y quieren extender una experiencia ‘que vuelve a dar una utilidad al burro, un animal que está al borde de la extinción en España’.
Además de los asnos, Casa Grande de Xanceda ha adoptado otra medida preventiva: 'Hemos recorrido las perreras de Galicia en busca de perros con cualidades apropiadas para vivir en los prados y protegerlas contra los ataques de lobos', señala Cristina Fernández-Armesto. Sin pagar las grandes sumas que se exigen por los perros con pedigrí, la compañía ha logrado rescatar de las perreras a dos guardianes: un mastín leonés (llamado Yogur) y una perra lobera (de nombre Fresa).
Estas medidas, a las que se han añadido unos cencerros, han permitido reducir drásticamente los ataques de lobos: uno solo y sin consecuencias graves en tres meses. No obstante, el equipo de Casa Grande de Xanceda se mantiene en guardia.