¿Se están acelerando los salarios?
El incremento de los salarios inicialmente pactados en los convenios con efectos económicos en 2008 se sitúa en el 3,5%, cuatro décimas más que en el año anterior. Este avance se puede explicar tanto por la aceleración de la inflación que se ha producido en España desde septiembre de 2007 a julio de 2008 como por la incidencia de las cláusulas de revisión salarial no retroactivas de 2007 que, aunque no supusieron la revisión de los salarios de ese año, sí que repercutieron en los salarios iniciales de 2008.
Sin embargo, al incremento inicialmente pactado habría que añadir el efecto de la aplicación de las cláusulas de revisión salarial, que afectan a más del 70% de los trabajadores con convenio colectivo en 2008, en el caso de que la inflación al final del año se desviara de la prevista para el año.
Pero como la inflación final en 2008 (el 1,5%) no superará a la prevista (el 2%), algo que no ocurría desde 1998, el efecto de la aplicación de esas cláusulas de revisión salarial será nulo, cuando en el año precedente fue de 1,1 puntos. Eso supone un aumento de los salarios acordados finalmente en los convenios colectivos del 3,5%, igual al inicialmente pactado y siete décimas menos que en 2007, lo que significa una notable desaceleración de los salarios pactados en la negociación colectiva.
Si, en vez de los salarios pactados, se consideran los salarios brutos percibidos por los trabajadores estimados por la encuesta trimestral de coste laboral (ETCL) del INE, la evolución es diferente. En efecto, para la media de los tres primeros trimestres del año, el coste salarial bruto por trabajador crece en términos interanuales más que el salario pactado, el 5,2%, lo que representa una importante acentuación del ritmo de crecimiento si se compara con el del conjunto de 2007, el 3,9%.
Esta aceleración de los salarios brutos, al contrario de lo que ocurre con los salarios pactados, se puede explicar por dos razones:
l La influencia de la importante desviación de la inflación de 2007 (2,2 puntos) en la aplicación de las cláusulas de revisión salarial de ese año, que elevó el incremento de los salarios pactados en 1,1 puntos porcentuales, aumento salarial que se percibió por los trabajadores en el primer trimestre de 2008 y que, por lo tanto, se contabiliza por la ETCL en ese año.
l El cambio en la estructura del empleo que se está produciendo en los últimos periodos, al concentrarse la destrucción del empleo en colectivos contratados temporalmente con salarios inferiores a la media, lo que repercute al alza en el salario medio por trabajador y en su ritmo de crecimiento.
Este cambio en la estructura del empleo es el contrario del que se produjo en el anterior periodo expansivo, en el que la creación del empleo se concentró en colectivos, como las mujeres y las inmigrantes, con salarios inferiores a la media, lo que repercutió a la baja tanto en el nivel de los salarios medios como en su tasa de variación. Todo esto significa que el efecto del cambio de composición del empleo en el salario es anticíclico, a la baja en las expansiones y al alza en las recesivas.
Por su parte, el incremento interanual en la media de los tres primeros trimestres del año de los costes no salariales por trabajador, como las cotizaciones a la Seguridad Social a cargo de los empresarios y las indemnizaciones por despido, se sitúa en el 5%, seis décimas más que en 2007. Dentro de estos gastos no salariales destaca el incremento de las indemnizaciones por despido, que asciende al 22,3%.
Si a los costes salariales se añaden los otros gastos no salariales se obtiene el coste laboral. El coste laboral por trabajador se incrementa interanualmente el 5,2%, 1,2 puntos más que en 2007. Esta aceleración está influida tanto por las razones ya señaladas del avance del incremento salarial como por la importancia de los despidos.
Otra fuente que cuantifica los costes laborales es la contabilidad nacional. En esta fuente el concepto equivalente es el de la remuneración por asalariado, que en la media de los tres primeros trimestres aumenta en términos interanuales el 5,3%, incremento similar al del coste laboral por trabajador, aunque el avance respecto de 2007 de 1,6 puntos porcentuales es más elevado que el de esa magnitud (1,2 puntos).
Ahora bien, a los efectos de la situación económica de la empresa el concepto relevante es el del coste laboral unitario nominal (cociente entre la remuneración por asalariado y la productividad por ocupado), que equivale al coste por unidad de producción, cuyo crecimiento interanual en los tres primeros trimestres de 2008 ha ascendido al 3,8%, nueve décimas más que en el conjunto de 2007. Pero si el crecimiento de esta variable se corrige por la inflación medida por el deflactor del PIB, el coste laboral unitario real crece el 0,5%, lo que significa que los costes laborales están repercutiendo negativamente en la rentabilidad de las empresas, en contraste con lo ocurrido en los años anteriores en los que disminuía el coste laboral unitario real.
José Ignacio Pérez Infante. Profesor asociado de Mercado de Trabajo en España de la Universidad Carlos III