El Gobierno teme que los procesos electorales frenen la mesa de reformas
El rosario electoral que se avecina, con la convocatoria de elecciones en Galicia, País Vasco y al Parlamento europeo, entorpecerá la posibilidad de alcanzar acuerdos económicos con el PP. Este es al menos el temor del Grupo Parlamentario Socialista cuando aún está pendiente de negociar la directiva de servicios y también el resto de las reformas estructurales que el Gobierno ofreció pactar a través de la correspondiente mesa de diálogo.
El adelanto de las elecciones gallegas y vascas al 1 de marzo y la celebración de las europeas en junio condicionarán los movimientos de los principales partidos en el nuevo periodo de sesiones parlamentario que se iniciará el próximo febrero. Será difícil, por tanto, que el PSOE y el PP alcancen acuerdos económicos de calado en este primer semestre, a pesar de la intención inicial del Gobierno de pactar con el primer partido de la oposición algunas de las grandes reformas estructurales pendientes. José Luis Rodríguez Zapatero anunció hace dos meses la creación de una mesa de diálogo para encauzar estas reformas, en la que se incluiría la supervisión y la regulación financiera, la liberalización del sector del transporte y la transposición de la Directiva Europea de Servicios.
En la última entrevista que Zapatero mantuvo con el líder del PP, Mariano Rajoy, a mediados del pasado mes de octubre, el presidente subrayó que le interesaba también pactar con el primer partido de la oposición la reforma de los organismos reguladores, una vieja exigencia de los populares. Fruto de este clima surgió el compromiso del presidente del Gobierno de acordar con el PP los decretos leyes que con carácter excepcional ha aprobado el Gobierno para fortalecer el sistema financiero. Aunque con algunos matices, el jefe del Ejecutivo cumplió estos compromisos.
El hecho de que el mes de enero sea prácticamente inhábil a efectos parlamentarios aunque el PP vaya a solicitar la convocatoria de alguna Diputación Permanente, sumado a que la apertura del nuevo periodo de sesiones en febrero coincidirá casi de lleno con el inicio de las campañas electorales en Galicia y el País Vasco, harán muy difícil avanzar en estos pactos con el PP, según se teme en el Grupo Parlamentario Socialista. La única excepción que se prevé rige para el Pacto de Toledo, dada la tradicional buena disposición de las principales formaciones políticas a no introducir en la pugna partidista el futuro de las pensiones desde que su actualización está garantizada por ley.
Las elecciones gallegas harán que la batalla política se polarice entre el PSOE y el PP. Estos comicios son importantes para el liderazgo interno de Mariano Rajoy y los tiene muy difíciles de antemano ya que el PP no podrá recuperar la Xunta a menos que obtenga la mayoría absoluta. En el caso de los comicios vascos, el enfrentamiento más claro se dará entre el PNV y el PSE ya que todas las encuestas reflejan una situación de empate y anticipan una de las elecciones autonómicas más reñidas en Euskadi. El líder del PP en esta comunidad, Antonio Basagoiti, ya ha adelantado que en el caso de que pueda favorecer el acceso de los socialistas a Ajuria Enea, no ahorrará esfuerzos para ello.
De fondo, emergen los comicios europeos de la primavera, que probablemente introduzcan en el clima político ingredientes de unas legislativas, dado lo que se juegan en ellos el PSOE y, sobre todo, el PP. El tiempo que ha tardado Rajoy en designar a Jaime Mayor Oreja candidato da buena cuenta de ello.
El primer partido de la oposición tiene claro que va a jugar a tope en los próximos meses con la baza de la recesión económica dentro de un escenario en el que prevé una alta destrucción de empleo. Con el actual discurso económico del PP, se opina en la dirección del PSOE será todavía más complicado trenzar complicidades en la futura mesa de reformas estructurales o en cualquiera de la docena de proyectos de ley que ahora se tramitan en el Congreso.
Proximidad a CiU ante el riesgo de lejanía del PNV
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, viene cuidando de forma personal en los últimos meses la relación con Convergència i Unió en el Congreso, a pesar de los desplantes que ha sufrido por parte de los nacionalistas catalanes, el último con motivo del debate de Presupuestos estatales para este año. Esta siembra de relaciones personales con los principales dirigentes de CiU en Madrid le puede ser extraordinariamente útil al Ejecutivo en el caso de que las elecciones vascas del próximo 1 de marzo aboquen al PNV a distanciarse del PSOE en Madrid.CiU, tradicional socio de los sucesivos Gobiernos centrales, ha vendido últimamente muy caro su respaldo al Gobierno, sobre todo como consecuencia de las dificultades que éste ha encontrado para articular un nuevo modelo de financiación autonómica acorde con los dictados del Estatuto catalán. La condición que el líder de CiU en Madrid, Josep Antoni Durán i Lleida, le puso a Zapatero para apoyar los Presupuestos fue precisamente esa: que hubiera un acuerdo sobre financiación autonómica antes de que se votara definitivamente en el Congreso el proyecto de ley presupuestario, algo a lo que se negó el Gobierno desde el principio. Los 25 diputados que el Partido Socialista de Cataluña tiene en el Congreso transigieron y votaron a favor del proyecto de ley, algo que les fue reprochado por los nacionalistas catalanes y que ha enturbiado de nuevo las relaciones entre las tres formaciones que componen el tripartito catalán. El blindaje que José Montilla ha intentado imponer para garantizarse una respuesta conjunta del Gobierno autónomo al nuevo modelo de financiación ha disparado la dinámica de la contestación interna en CiU, dispuesta a tener en este conflicto tanto protagonismo o más que el tripartito.Fuentes socialistas recuerdan que una vez quede ultimado en las próximas semanas el acuerdo sobre financiación autonómica, llegará la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto catalán, un texto que originará un considerable ruido político añadido, sobre todo si se introduce en el terreno interpretativo, como teme el Gobierno. En este sentido, el capítulo de financiación puede ser uno de los más afectados por los retoques del alto Tribunal.
Parlamento
Principales iniciativas en tramitaciónAlquiler: Se encuentra en periodo de enmiendas el proyecto de ley de medidas de fomento del alquiler y la eficiencia energética de los edificios.Inmobiliario: La Comisión de Economía debate el proyecto que regula las sociedades anónimas cotizadas de inversión en el mercado inmobiliario.Consumo: Está pendiente de volver al Congreso el proyecto que regula la contratación de préstamos hipotecarios a través de los servicios de intermediación.Mercantil: El Senado todavía no ha finalizado la tramitación del proyecto de ley sobre modificaciones estructurales de las sociedades mercantiles.