El Ibex gana el 4,88% en dos días y recupera los 9.600 puntos
La Bolsa española inicia el año con energías renovadas. Las compras se impusieron en la segunda sesión de 2009, lo que permitió al Ibex anotarse el 1,66% ayer y situarse en los 9.644,1 puntos. En dos sesiones la ganancia acumulada asciende ya al 4,88%, la mayor entre las grandes plazas de la región.
Las expectativas creadas en torno al plan de estímulo diseñado por el futuro gobierno EE UU han dado cierta tregua a los mercados facilitando un arranque de ejercicio positivo, algo que ha beneficiado especialmente a la Bolsa española.
Los inversores han optado por centrarse en las noticias positivas que llegan de EE UU y el Ibex destacó ayer en Europa con una subida del 1,66% cuando el resto de grandes índices avanzó entre el 0,69% del Euro Stoxx y el 0,22% del Dax. La Bolsa española se convierte así en el mejor índice entre los grandes de la región este año gracias a un avance acumulado del 4,88%.
El optimismo que genera el equipo de Barack Obama se perfila como un buen catalizador para los mercados en las primeras semanas del año -al menos hasta su investidura el día 20 de enero- un factor positivo al que se pueden unir otros como el rediseño de carteras por parte de muchos gestores y la desaparición de la presión vendedora derivada de las ventas para aprovechar las ventajas fiscales generadas por las pérdidas en Bolsa, según señalan desde Link.
En cualquier caso, la cautela de los inversores sigue muy presente dados los enormes nubarrones a los que se enfrentan tanto las economías mundiales como las empresas, factores que pueden pasar factura a las Bolsas más adelante, advierten los expertos. Una prudencia que quedó reflejada ayer en un volumen de negocio escaso en España, en total se movieron 3.064 millones de euros en acciones, una cifra algo inferior a la media diaria del pasado mes de diciembre. También pesó la indecisión de los inversores en EE UU donde las ventas finalmente se impusieron tras el buen comportamiento de la semana pasada. Así, el Dow Jones perdió el 0,91%, el Nasdaq retrocedió un 0,26% y el S&P 500, un 0,47%.
Los inversores se debaten entre la esperanza sobre la reactivación económica de EE UU gracias a los planes de gasto millonarios y los paquetes de estímulo fiscal previstos, de un lado, y el temor a recibir una batería de datos muy negativos las próximas semanas tanto del terreno económico como del empresarial, del otro.
Los inversores ayer recibieron una buena noticia al conocerse que el gasto en construcción cayó menos de lo esperado en noviembre, un 0,6% frente al 1,4% previsto, pero habrá que ver lo que deparan hoy otros indicadores como los pedidos intermedios, el índice ISM de servicio, las ventas de viviendas o los datos de empleo de diciembre que se publicarán el viernes.
Un potencial del 17% para el S&P 500
Los grandes estrategas de Wall Street vuelven a apostar por la renta variable estadounidense. Las mismas firmas que el año pasado no supieron predecir la peor crisis desde la Gran Depresión piensan que 2009 traerá subidas de dos dígitos para el S&P 500. Las estimaciones de 11 expertos hablan de un potencial alcista del orden del 17%, según datos recopilados por Bloomberg (ver el cuadro de arriba). Firmas como UBS, JPMorgan Chase y Deutsche Bank consideran que las drásticas bajadas de tipos aplicadas por la Reserva Federal ayudarán a reavivar la economía estadounidense y a devolver la confianza de los inversores. Los estrategas confían también en la ayuda que supondrán los multimillonarios planes de gasto público previstos por la administración de Obama como impulsor económico, así como el alivio que supondrá para los consumidores tanto la brusca caída del precio del petróleo como los importantes planes de ayuda fiscal previstos.En cualquier caso, de confirmarse estas previsiones optimistas y asumiendo que el S&P 500 concluya el año en el entorno de los 1.050 puntos, el índice aún quedaría un 28% por debajo del nivel al que comenzó 2008. La clave estará en ver cuándo toca fondo la economía, algo que los mercados suelen anticipar entre seis y ocho meses antes.