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Infraestructuras

Argentina socorre a las autopistas de Abertis y OHL con una subida de tarifas

El Gobierno argentino ha acudido en ayuda de las compañías españolas que explotan tres de las autopistas más importantes del área de Buenos Aires: Abertis y OHL. Tras años de desencuentro por la política tarifaria, el Ejecutivo les ha concedido un alza en los peajes que supera el 100% en hora punta. En foros económicos locales se interpreta la decisión como un intento de evitar el impago de la deuda de las concesionarias.

La crisis económica, una inflación superior al 8% y la depreciación del peso han motivado que gestionar una autopista en Argentina no sea el mejor negocio del momento. Si a esto se suma la política de congelación de tarifas de los último años, el resultado puede ser ruinoso. Las quejas de empresas como Abertis y OHL, con concesiones en ese país, se han reiterado en los últimos meses en el marco de la negociación del equilibrio financiero de sus carreteras. Y comienzan a dar sus frutos ahora en forma de una espectacular subida en los peajes que deben afrontar los vehículos ligeros.

Fuentes del sector aseguran que el Gobierno de Cristina Fernández busca salvar de una situación delicada a las concesionarias, mientras las compañías hablan de un aumento en los precios referenciado a próximas obras de mejora.

Abertis controla dos de las principales vías de entrada en Buenos Aires. En la primera de ellas, Autopistas del Sol (Ausol), tiene el 31,6% del capital y comparte accionariado con Dycasa e Impregilo. Su segundo activo es Grupo Concesionario del Oeste (GCO), donde la catalana llega al 48,6% y lidera la gestión. Las dos suman alrededor del 1% de los ingresos y el Ebitda del grupo dirigido por Salvador Alemany.

La novedad en Ausol, de 119 kilómetros y acceso a Buenos Aires por la zona norte, es que a partir del 10 de enero verá acrecentadas sus tarifas un 55% en hora valle (hasta 3,40 pesos) y un 105% en hora punta (hasta 4,50 euros). El plazo de explotación para Abertis alcanza el año 2020 y sus tarifas se paralizaron entre 2002 y 2006. Ese último año la Administración concedió el 15% de subida.

Respecto a GCO, que enlaza Luján con el área Oeste de la capital a lo largo de 56 kilómetros, el ascenso tarifario es del 53% en valle (hasta 2,60 pesos) y del 100% en la franja horaria de máximo tráfico (3,40 pesos). GCO estará en manos de Abertis hasta el próximo 2018. Sus precios estuvieron paralizados entre 1999 y 2006, cuando la española obtuvo una mejora del 13,8%.

Batalla en público

Muy crítica con el Gobierno argentino se ha mostrado OHL, cuyo presidente, Juan Miguel Villar Mir, ha desvelado en distintas ocasiones, ante analistas y prensa, incumplimientos del Gobierno argentino. Sus intereses se concentran en una única carretera: la Ricchieri-Ezeiza-Cañuelas (Aecsa), de 60 kilómetros. El contrato inicial basaba las tasas en un cambio que igualaba el peso con el dólar, pero la Ley de Emergencia de diciembre de 2001 deshizo esa paridad. Fue entonces cuando los peajes quedaron establecidos en moneda local y no volvieron a actualizarse hasta enero de 2008, cuando lo hicieron con un encarecimiento del 15%.

La nueva actualización supondrá, a partir del citado 10 de enero, la recaudación de 1,3 pesos por vehículo ligero en hora valle y de 1,70 pesos en hora pico, frente a los 0,8 pesos actuales.

Este activo, en el que OHL dispone del 70% del capital, ha mejorado sus niveles de tráfico año a año, hasta situarse en 216.000 vehículos diarios al cierre de 2007. Sin embargo, la cifra de negocio y el Ebitda se han visto seriamente afectados por la depreciación del peso. Si en 2006 declaró unas ventas de 11,1 millones de euros, en 2007 éstas eran de 10,7 millones (un 3,6% menos). En cuanto al beneficio bruto de explotación, cayó de los 4,2 millones de euros de 2006 a los 2,7 millones en 2007 (un 33,3%).

La autopista argentina supone el 2,5% de los ingresos de OHL Concesiones y un 1% de su Ebitda.

Las empresas harán mejoras por 85 millones

Tanto Abertis como OHL han tenido que explotar sus autopistas argentinas con tarifas propias de la pasada década y el ciclo económico en contra. La creciente inflación (Argentina cerró 2007 con un 8,5%) ha supuesto costes de operación y mantenimiento al alza; mientras la devaluación de la divisa ha incidido en menores ingresos en euros. A todo ello se suma el contexto de encarecimiento del coste financiero en la amortización de deuda.Pese a que Argentina no es un mercado estratégico para ninguna de las dos empresas, estos negocios no dejaban de ser una china en el zapato.Ahora, la autorización de un nuevo marco económico en Ausol, GCO y Aecsa ha sido acogida como un balón de oxígeno por las compañías, que a cambio comprometen mejoras en las tres carreteras hasta 2011.Las inversiones ascienden a 400 millones de pesos argentinos (85,4 millones de euros), de los que 340 millones de pesos (72,6 millones de euros) dependen de las dos concesionarias participadas por Abertis, y los 60 millones de pesos restantes (12,8 millones de euros) serán puestos por OHL.Las obras debían comenzar ayer y se irán ejecutando durante dos años. æpermil;stas consistirán, básicamente, en un redimensionamiento del tránsito entrante en la ciudad, a través de nuevos carriles, y en la reforma y construcción de nuevos puentes.

Situación delicada

Tras el impago de deuda de la transportista de gas TGN, S&P señalaba que Ausol sería la próxima en caer por la política tarifaria argentina. La concesionaria de Abertis tiene 327 millones de dólares de deuda y sus vencimientos en 2009 alcanzan los 21,4 millones.

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