Trágicas comparaciones
La Segunda Guerra Mundial se ha convertido en la estremecedora referencia para calibrar la situación actual. Para la generación del baby boom, nacida en los 60, ese trágico mojón sólo empantanaba de sangre los libros de historia. Pero de repente un conflicto que parecía casi tan lejano como la batalla de Waterloo es el hito al que remiten todas las comparaciones.
Los tipos de interés están en el nivel más bajo desde el final de aquel conflicto. Alemania espera en 2009 el crecimiento más bajo desde que emergió de las cenizas de los bombardeos aliados. Un dato tras otro, una estadística después de otra, remiten 60 años atrás, como si se estuviera cerrando el ciclo de uno de los períodos de paz más largos de la historia de Europa. Ojalá que sólo sea un efecto óptico.