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'Telecos'

La CE da vía libre a la nueva red de Telefónica, pero con reservas

Bruselas y la CMT han llegado a un armisticio, pero la calma es bastante tensa. Las autoridades comunitarias han dado vía libre a la regulación española de la nueva red de fibra de Telefónica, aunque siguen pensando que los cambios no son suficientes.

Uno ha cedido un poco; el otro ha suavizado aquello, los dos han buscado huir de la confrontación y el acuerdo ha sido posible. Eso sí, ni uno ni otro están totalmente satisfechos y, en el caso de la Comisión Europea, su estado de ánimo se ha plasmado por escrito.

Lo ha hecho en una suerte de regalo de Nochebuena, ya que la comunicación llegó ese día a la sede de la española Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT). Pero desde el título se advertía del cariz de la aceptación: 'La Comisión Europea autoriza la reglamentación modificada sobre banda ancha; sigue albergando dudas en relación con la falta de soluciones para la alta velocidad', decía Bruselas en su notificación al público.

Y es que la CE considera que la CMT ha hecho 'esfuerzos' para conseguir un acuerdo y convencer a Bruselas de las 'serias dudas' que le había suscitado la primera versión de la regulación de la nueva red de fibra que había remitido a las autoridades comunitarias.

Ante la reacción de Bruselas, el regulador nacional plegó velas e introdujo cambios en su proposición. En primer lugar, eliminó la diferenciación geográfica de la normativa, que hubiera permitido a Telefónica explotar todas sus redes sin dar acceso mayorista en las zonas de competencia. También eliminó al cable y a las operadoras alternativas de ADSL del estudio, ya que la CE considera que ni siquiera mitigan el poder de Telefónica en las zonas donde tienen más presencia.

Por último, la CMT trabajó con su decisión más polémica: eximir a Telefónica de dar acceso a su red a los rivales para las ofertas de más de 30 megas. Cuando le llegó la intención inicial, Bruselas cuestionó esta diferenciación y aseguró que dejar libre a Telefónica a partir de esa cota perjudicaría a los clientes y le daría ventaja. La CMT estudió el caso y decidió sacar esta limitación del análisis del mercado -el texto central de su resolución- y dejarlo exactamente igual, pero como remedio a una situación de competencia.

Los efectos prácticos son limitados para el mercado español, pero para Bruselas suponen dejarla fuera de juego. 'La CE puede vetar todo análisis incorrecto de mercado, pero no una medida correctora errónea', dice el comunicado de Bruselas. Por eso, la CE no puede ahora más que 'manifestar su preocupación' por la decisión española, pero no más.

Petición de más poder comunitario

La Comisión Europea ha aprovechado la pugna con la CMT para defender su lucha en favor de un mayor poder frente a los reguladores nacionales. Asumiendo el papel de víctima, la CE deja claro que no le gusta la regulación que le ha propuesto la CMT, incluso la modificada, pero que no puede hacer nada. Eso sí, no sin dejar claro por qué no puede hacer nada y qué debería cambiar para que sí pudiera. 'Debido a las escasas competencias de supervisión de que goza actualmente la CE, lo único que puede hacer es invitar a la CMT a modificar su enfoque', dice.

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