Bush concede a Detroit una tabla de salvamento
El Gobierno de George Bush anunció el viernes que concederá un préstamo de 13.400 millones de dólares (9.659 millones de euros) para evitar la quiebra de GM y Chrysler. El aún presidente de EE UU cree que el hundimiento de Detroit ¢no es una opción responsable¢.
El presidente de EE UU admitió ayer que la suspensión de pagos en el caso de las automovilísticas es un camino sin vuelta porque los compradores no querrán hacerse con coches que pueden perder sus garantías o sus servicios técnicos. Es el argumento que no han dejado de usar en Washington GM, Ford y Chrysler desde que empezaron a pedir ayuda.
Y desde el viernes, este auxilio está en marcha. GM y Chrysler recibirán un crédito de 13.400 millones de dólares (9.659 millones de euros) procedentes del TARP, el plan de salvamento de la banca. Ford ha dicho que no lo necesita. Además, en febrero, se puede ampliar el préstamo en 4.000 millones de dólares (2.886 millones de euros) más.
Con ello, las compañías tienen una tabla de salvación hasta el 31 demarzoyuna vía para entrar en el camino de la viabilidad. En esa fecha presentarán los planes a la nueva Administración que decidirá si han hecho los deberes para asegurarse su futuro. Si Barack Obama juzga que se han hecho avances mantendrá la ayuda. Si no, tendrán que devolver los préstamos.
Por supuesto, haymás condiciones. De hecho, son casi las mismas que aprobó la Cámara de Representantes pero que fueron consideradas inaceptables por los senadores.Bush quiere queGMy Chrysler emitan warrants convertibles en acciones sin derecho a voto a favor del Estado. Además, tienen que aceptar límites a la compensación de los altos ejecutivos y eliminar otras en especie como el uso del avión corporativo. El dividendo queda cancelado y las operaciones de más de 100 millones de dólares deberán ser aprobadas por el Gobierno que ejercerá el control de las empresas. No se crea un zar que supervise a esta industria, por lo que la responsabilidad recaerá en Henry Paulson, y su sucesor al frente del Tesoro, Tim Geithner.
GM y Chrysler deben reducir dos tercios su actual deuda y renegociar con los sindicatos nuevas condiciones laborales que estén en línea con las de sus competidores no americanos. A diferencia de lo que exigía el Senado, no hay condiciones temporales inmediatas para esto último.
Las empresas recibieron con alivio un plan que aseguran les ayudará a refundarse, y Obama calificaba el plan de ¢paso necesario¢ y que las empresas tienen la oportunidad de ¢empezar una reestructuración a largo plazo¢. Los sindicatos le van a pedir que anule las condiciones más duras para los trabajadores.
La ayuda aDetroit abre otra caja de truenos. Con esta asignación, el Gobierno ya ha usado todo el dinero de la primera parte del TARP (350.000 millones de dólares). Paulson dice que necesita ahora la segunda parte que contiene la misma cantidad, algo a lo que el Congreso puede negarse. La nueva Cámara, la elegida en noviembre, se inaugura el 7 de enero.
El Ejecutivo español aprueba las ayudas
El Consejo deMinistros aprobó el viernes el reparto de los 800 millones de euros comprometidos en ayudas al sector del automóvil, de los que 110 millones se destinarán a ayudas directas y los 690 millones restantes a préstamos sin interés y sin la exigencia de constituir garantías. Estas ayudas, informó ayer la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, persiguen crear un plan de competitividad, que fomente la optimización de procesos y la reorientación de la producción hacia productos de mayor valor añadido, más sostenibles y más seguros.El programa busca a su vez establecer medidas que permitan al sector afrontar los efectos provocados por el descenso de la actividad económica y que favorezcan su posicionamiento estratégico para su recuperación. Entre los planes que se financiarán se encuentran los destinados a la creación de productos de más valor añadido y sostenibles, como híbridos o eléctricos.