Berenguer reprende a los abogados en su colegio

El presidente de la Comisión Nacional de la Competencia (CNC), Luis Berenguer, debatió ayer en la sede colegial de los abogados madrileños sobre la necesidad de impulsar un cambio legislativo 'y también de mentalidad' relacionado con las profesiones en España y el papel de los colegios.

'Con carácter general soy contrario al principio de colegiación obligatoria', aseguró el presidente de la CNC, Luis Berenguer, ante un auditorio compuesto en su mayor parte por abogados, que hasta ahora deben estar obligatoriamente colegiados para ejercer como tales.

En su conferencia sobre la modernización de la regulación de los colegios profesionales, Berenguer aseguró no comprender las reacciones enconadas que suscitó y continúa generando el informe que el organismo que preside emitió el pasado mes de septiembre.

El documento aboga, entre otras cosas, por romper con la asociación automática entre título y profesión de tal forma que se permita que profesionales con titulaciones diversas puedan competir en un mismo mercado.

También defiende que se acabe con la representatividad exclusiva de los colegios respecto a las profesiones implantando la libertad de colegiación y se propone que la Administración pueda controlar los estatutos de los colegios.

Los argumentos han sido rebatidos duramente por los profesionales colegiados, que se han defendido de lo expuesto por el informe de la CNC asegurando entre otras cosas que la Constitución ampara la existencia de los colegios. Además, se han quejado de que no se les consultó para elaborar el informe. Y de manera concreta, los abogados creen que la colegiación obligatoria protege en última instancia a los ciudadanos que pueden tener gracias al respaldo colegial la seguridad de que los letrados que les defienden pueden ser independientes frente a jueces o a administraciones públicas, por ejemplo.

Pero para la CNC, ese argumento no es suficiente como para abandonar la defensa de la libre colegiación de los profesionales. Sólo 'en algunos casos', según dice el informe de la CNC, el interés general puede justificar que una determinada profesión sólo sea ejercida por los poseedores de una titulación determinada. Berenguer ha puesto en diversas ocasiones el ejemplo de la medicina. Pero este 'no debe ser el caso general, de tal forma que se permita que profesionales con titulaciones diversas puedan competir en un mismo mercado', explica el presidente.

Honorarios orientativos

El presidente de la CNC también criticó en la casa de los abogados la existencia de honorarios orientativos, como aún en la actualidad mantienen estos profesionales. Para Berenguer, ni siquiera es válido el argumento de que son útiles en algunos casos, como cuando se tiene que calcular las costas de un juicio. 'Todos sabemos que al final funcionan como recomendaciones que invitan a la colusión de la competencia'.

También criticó las restricciones que el Estatuto de la Abogacía mantiene hacia la posibilidad de que los abogados publiciten sus servicios. '¿Qué sentido tiene una reserva especial a la norma general de publicidad?', preguntó al auditorio que escuchó tenso pero educado.

Corporaciones 'curiosas'

'La colegiación obligatoria es difícilmente defendible. Más cuando han proliferado colegiaciones curiosas de ámbito autonómico', argumentó ayer el presidente de la CNC en la sede de los abogados madrileños. Y citó como ejemplo de ello lo sucedido con la exigencia de colegiación por comunidades autónomas de los detectives privados que no pueden ejercer cuando atraviesan las fronteras territoriales. 'Nadie puede defender eso', argumentó. En opinión de Luis Berenguer existen barreras de entrada al ejercicio de determinadas profesiones que hay que terminar por romper. 'Es preciso acabar con la asociación automática de profesión titulada con colegio profesional', añadió el presidente de la CNC, que explicó que en la actualidad hay multitud de actividades profesionales que pueden ser desarrolladas por diferentes profesionales. Como ejemplo de ello citó a los intermediarios inmobiliarios o a los auditores de cuentas.