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Aporte

El grupo de empresas aportará este año a Cajasol más de 30 millones de euros

La Corporación Empresarial Cajasol aportará este año a la entidad más de 30 millones en beneficios tras un nuevo ejercicio de desinversiones donde destaca la salida con plusvalías de Atalaya. El grupo dispone de una liquidez de 150 millones para nuevas compras.

El grupo empresarial de Cajasol, que se constituyó en holding este verano y que todavía se encuentra en plena reorganización, suma una inversión próxima a los 1.000 millones repartida entre más de 220 empresas. La corporación se ha dividido en tres patas para diferenciar la cartera inmobiliaria, que suma el 30% del total, la industrial y la de empresas instrumentales, que acumulan el 50% y el 20% respectivamente.

Según explica el presidente de la caja, Antonio Pulido, la nueva prioridad es rotar las inversiones y concentrarlas en menos empresas de mayor tamaño, por lo que este año ha proseguido, aunque ralentizado por la crisis, el proceso de ventas y compras.

'Nada se considera estratégico, pero no vamos a vender de saldo porque no tenemos problemas de liquidez', señala Pulido, quien cuantifica en más de 150 millones los fondos disponibles para nuevas inversiones. La caja, que recibirá este año 30 millones de beneficios procedente de su grupo industrial, estudia su entrada en empresas del sector audiovisual y está dispuesta a ampliar su participación en Sos Cuétara y en García Carrión, donde ahora dispone de un 4% de las acciones.

El sector tecnológico o el de las energías son otras actividades prioritarias, siempre focalizadas en empresas vinculadas a la economía andaluza. Una de las operaciones que se espera cerrar el próximo año es la de la nueva Sacesa, en donde Cajasol prevé invertir 20 millones de euros junto a otras cajas como Unicaja y Caixa Cataluña para la creación del primer subcontratista aeronáutico español tras la entrada en Alcor y Ficosa.

Este año, la mayor desinversión se concreta en la salida de a Atalaya Inversiones, la sociedad de bolsa que compartía con otras cajas y que posee un 5% de empresas cotizadas como Ence, Uralita, Tubacex o Vueling.

Cajasol tenía un 1% en cada una de estas sociedades y pese a la caída de la bolsa la operación, según Pulido, se ha saldado con plusvalías. Según el presidente, tras la fusión la entidad tiene ya tamaño suficiente como para afrontar este tipo de apuestas en solitario sin necesidad de aliarse con otras entidades. También se ha abandonado el accionariado de la firma de audiodescripción Mundovisión, donde tenía un 15%, y se prepara la salida de Localia ante la desaparición de esta empresa.

En cuanto al sector del ladrillo, que agrupa en Cajasol a una treintena de empresas, la diversificación más significativa ha afectado a la empresa Novaindes, en la que detentaba un 40% del capital, que queda ahora en manos de dos firmas locales. Lo contrario ha ocurrido con la también inmobiliaria Boreal, de la que han salido las promotoras locales para quedar el capital dividido al 50% entre Cajasol, que antes detentaba el 20%, y Caixa Galicia.

Una limpia a tiempo en el sector del ladrillo

Cajasol ha ido reduciendo su riesgo inmobiliario en los últimos cuatro años por mandato del Banco de España tanto en la vertiente inversora como en la financiera, lo que le ha permitido, según Antonio Pulido, limitar los efectos del desplome del sector y deshacer posiciones en condiciones de rentabilidad. La entidad, que llegó a tener una exposición inmobiliaria del 50% en financiación al sector, presenta ahora un riesgo del 30%, aunque el recorte en este campo continúa. Por el momento, de las grandes suspensiones de pagos que ha vivido el ladrillo sólo ha afectado a Cajasol la caída de la compañía Tremón, que le adeuda 12 millones.En cualquier caso y valorando todas las operaciones en su conjunto, el máximo responsable de Cajasol asegura que la mayor parte de las transacciones realizadas en el ejercicio se han culminado con plusvalías a pesar de la coyuntura.

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