La Casa Blanca considera "muy probable" un acuerdo para rescatar a los fabricantes de coches
La Casa Blanca considera "muy probable" que se logre un acuerdo para el rescate de los tres principales fabricantes de automóviles de EE UU, mientras los demócratas pulen el plan, que podría ascender a 15.000 millones de dólares.
"Hubo algún progreso durante el fin de semana (en las negociaciones del plan)... pero aún no hemos visto el texto legislativo que elaboran los demócratas", dijo en rueda de prensa, la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino.
"Parece que tenemos un acuerdo sobre los principios básicos que se requerirían para que el presidente pueda firmar un proyecto de ley", agregó. En ese sentido, Perino manifestó que "es muy probable" que el acuerdo sea anunciado incluso hoy.
Los demócratas han expresado su intención de someter el plan de rescate a un voto de ensayo tan pronto como mañana, martes. Sin embargo, Perino consideró que le parece "prematuro" hablar de una votación "si no hemos visto el texto" y no ha sido compartido con los legisladores republicanos.
En todo caso, Perino reiteró la postura de la Casa Blanca de que cualquier plan de rescate tiene que estar supeditado a que las empresas automotrices tengan un programa "creíble" de viabilidad a largo plazo.
"Si (los legisladores) trabajan con nosotros, entonces nosotros los encontraremos a mitad de camino", enfatizó Perino, al referirse al apoyo condicional de la Casa Blanca.
Mientras, los líderes del Congreso y de la Casa Blanca continúan negociando los pormenores de un plan de rescate de General Motors (GM), Ford y Chrysler para evitar que los "Tres Grandes de Detroit" se vayan a la quiebra y arrastren a otras empresas que dependen del sector automotriz.
Durante el fin de semana, los negociadores superaron un importante escollo después de que los demócratas aceptaran que el monto del plan salga de un fondo ya aprobado por el Congreso y a cargo del Departamento de Energía para la fabricación de autos más eficientes y más ecológicos.
Aun con los progresos anunciados durante el fin de semana, varios prominentes republicanos continúan oponiéndose al rescate de Detroit, y el propio senador demócrata Carl Levin ha reconocido que juntar los votos a favor de plan "es un asunto complicado".
Por ahora, el plan en ciernes propone, entre otros elementos, la creación de la figura de un "zar" que supervise el manejo de los fondos y la reforma del sector, más concesiones del sindicato de trabajadores automovilísticos y prueba de avances antes de que el Congreso apruebe la inyección de fondos.
Así, si las empresas aceptan la ayuda del Gobierno federal, estarían sujetas a un mayor escrutinio y rendición de cuentas de casi todas sus decisiones a una junta de siete miembros del Gabinete presidencial.
Bajo la propuesta demócrata sobre la mesa, los "Tres Grandes de Detroit" podrían recibir un préstamo por un período de siete años a más tardar el 15 de diciembre próximo. El préstamo tendría un interés del 5 por ciento durante los primeros cinco años y el 9 por ciento los dos años restantes.
Las empresas no podrían pagar ni dividendos a sus accionistas ni bonificaciones a sus ejecutivos mientras tengan cuentas pendientes con el Gobierno. También deberán presentar un plan de viabilidad a largo plazo a más tardar el 31 de marzo de 2009.