Austria se enfrenta a la devolución del sexto Klimt
El Retrato de Adele Bloch-Bauer de Gustav Klimt se convirtió en 2006 en la obra de arte más cotizada del mundo (más de 107 millones de euros). Era uno de los cuadros requisados por los nazis a la familia Bloch-Bauer durante la Segunda Guerra Mundial, devuelto por Austria a la heredera de la obra Maria Altmann. De nuevo, un museo del país austriaco se enfrenta a una reclamación similar. Los herederos de la familia Munk han solicitado al museo Lentos de Linz la devolución del Retrato de Ria Munk, valorado en 10 millones de dólares (7,8 millones de euros) y una de las joyas de su colección.
Ria Munk se suicidó en 1911 a los 24 años por un desengaño amoroso. Su madre, Aranka Munk, pidió a Klimt una pintura póstuma. El autor de El Beso realizó tres versiones. Uno de los retratos fue el que se llevaron los nazis de la villa de Munk en Bad Aussee. Hasta ahora, las autoridades han negado que hubiera pruebas de que el cuadro expoliado sea el que cuelga de las paredes del Lentos Art Museum en Linz, Capital Europea de la Cultura en 2009.
Sin embargo, nuevos testimonios, como el del nieto del cuidador de la villa, están obligando a la ciudad a reexaminar la afirmación hecha por los herederos de Munk. Este testigo, que prefiere no ser identificado, ha firmado una declaración escrita de que la pintura que vio en la villa en 1942 cuando tenía nueve años es el retrato que está en el museo de Linz -Lentos tiene tres Klimt en su colección-. Los herederos de Munk, representados por el abogado vienés Alfred Noll, han renovado su demanda, inicialmente presentada en 2005, para que la pintura sea devuelta.
El primer cuadro que Klimt pintó para Aranka Munk fue Ria Munk en su lecho de muerte, que a la madre le pareció demasiado impactante, según Sophie Lillie, investigadora que trabaja para los herederos. El retrato acabó en manos de un amigo escultor de Klimt, cuyos descendientes lo vendieron después de la guerra. Incluso llegó a formar parte de la colección de la cantante Barbara Streisand antes de ser vendido de nuevo en 1999, según Lillie.
Un segundo retrato fue convertido posteriormente en una pintura de una bailarina y el tercero, el retrato que Munk conservó, fue una obra sin acabar.
El millonario retrato de Adele Bloch y otras pinturas
Austria se vio obligada en 2006 a renunciar a cinco pinturas de Klimt después de que un tribunal ordenara que fueran devueltas a Maria Altmann de California, descendiente de la familia Bloch-Bauer. Una de ellas era el Retrato de Adele Bloch, por la que el magnate de los cosméticos y filántropo estadounidense Ronald Lauder pagó 135 millones de dólares (107,3 millones) a María Altmann. Durante años, la heredera luchó en los tribunales de EE UU para conseguir que Austria le devolviera este retrato de su tía y otros cuatro cuadros más que su familia encargó al pintor y que fueron requisados por los nazis durante la II Guerra Mundial y después quedaron en manos austriacas.