La CNMV reivindica una mayor coordinación de supervisores
La consejera de la CNMV Rosa Rodríguez apuntó ayer la necesidad de resolver la 'descoordinación' de los supervisores de los mercados bursátiles en cuestiones como las ventas a corto. Señaló que la CNMV vigilará la correcta aplicación de la Mifid en defensa del pequeño accionista.
Los supervisores de los mercados bursátiles también tienen una larga tarea por delante para contribuir a la vuelta a la normalidad del sistema financiero. Rosa Rodríguez, Consejera de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, reconoció ayer que ha habido 'descoordinación en las políticas aplicadas en distintos países sobre las ventas a corto' y apuntó que las limitaciones en esta operativa 'no han sido particularmente efectivas'.
Las restricciones a las ventas a corto -es decir, a las apuestas bajistas sobre un valor- y las prohibiciones de las ventas a descubierto -de títulos a crédito de los que no se tiene la propiedad- fueron la respuesta de numerosos supervisores en los momentos más crudos del derrumbe bursátil, en el mes de septiembre pasado. Así, la SEC prohibió la venta de todo tipo de títulos sin poseerlos y en España, donde están prohibidas las ventas a descubierto, la CNMV comenzó a requerir información a los inversores que tuvieran posiciones cortas por más del 0,25% del capital social admitido a negociación sobre 20 valores financieros. Pero se trata de medidas con distinta duración en el tiempo y diferente alcance según cada país, lo que pone de manifiesto la falta de un criterio único entre los supervisores bursátiles del mundo.
Junto con la coordinación con el resto de supervisores, la correcta aplicación de la directiva comunitaria Mifid, creada para la protección de los pequeños inversores, es otro de los asuntos prioritarios para la CNMV. 'El cliente debe saber el riesgo que asume en sus inversiones y eso debe ser un compromiso real por parte de las entidades financieras. Vigilaremos la correcta aplicación de la Mifid', señaló ayer Rosa Rodríguez.
Disponible el manual para las empresas de asesoría financiera
Los interesados en constituirse como empresa de asesoramiento financiero (EAFI), ya sean personas físicas o jurídicas, ya pueden consultar cuáles son los trámites necesarios para ello y los requisitos que exige la CNMV. El organismo supervisor puso ayer a consulta los proyectos de manuales con los que facilitar y simplificar la tramitación de los procedimientos de autorización e inscripción de las citadas empresas de asesoramiento financiero. La circular que regulará la figura de las EAFI -dedicadas en exclusiva a la asesoría financiera- está aún pendiente de aprobación, aunque podría quedar lista antes de finales de año.
Defensa de la valoración a precio de mercado
La CNMV volvió a mostrar ayer su disconformidad con los cambios provisionales en la normativa contable que ayudan a las compañías a suavizar el impacto de la actual crisis en sus cuentas de resultados.Durante su intervención en un seminario sobre mercados financieros organizado ayer por la Asociación Española de Accionistas Minoritarios (Aemec), la consejera de la CNMV Rosa Rodríguez criticó la decisión de la Comisión Europea de permitir a las empresas la clasificación de sus activos financieros bajo criterios diferentes a los de valor razonable o de mercado, una flexibilidad de la que ya disfrutaban las compañías estadounidenses y que dejaba en desventaja en la situación actual a las corporaciones europeas. 'La contabilidad según el fair value es lo razonable en época de crisis. No es bueno cambiar las valoraciones, eso aumenta la desconfianza. Se trata de una regla contable buena, para ser mantenida siempre y no para cambiarla cuando las cosas van mal', afirmó Rodríguez. Una aplicación menos ortodoxa de la valoración razonable permitió por ejemplo a Deutsche Bank presentar beneficios en el tercer trimestre del año, frente a las pérdidas que esperaba el mercado.Rosa Rodríguez recordó además la falta de transparencia que provoca la aplicación de unas valoraciones no ajustadas a mercado, un asunto que se ha revelado especialmente problemático en el caso de las inmobiliarias españolas. 'El supervisor necesita datos. No se le puede pedir que supla una falta de transparencia que viene del propio sistema'.