S&P destaca que la mejora de la calificación de la operadora "refleja su estable desapalancamiento en el último año, su fuerte y diversificado perfil de negocio y una sostenible capacidad para generar un muy robusto flujo de caja".
Además, considera que la mejora del rating constata la implementación de unos objetivos concretos de crédito "considerados suficientes para soportar la calificación de 'A-'".