Protos estrena su nueva bodega
Después de tres años de obras y una inversión de 36 millones de euros, Protos, la primera bodega de Ribera del Duero, ha recibido su primera vendimia en las obras de ampliación diseñadas por el estudio internacional Rogers Stirk Harbour + Partners en colaboración con el estudio catalán Alonso Balaguer.
La nueva bodega añade a las instalaciones originarias de 1927 dos plantas de 12.000 metros cada una unidas por un túnel, y está constituida por cinco bóvedas parabólicas interconectadas, soportadas por grandes arcos de madera laminada y revestidas con piezas de terracota de gran formato. Una estructura ligera y con amplios espacios para funciones sociales (catas o eventos) la señalan ya como uno de los grandes atractivos enoturísticos de la zona.
Las instalaciones cuentan con todos los adelantos técnicos, como depósitos troncocónicos, rigurosa selección de uva y seguimiento analítico que controla la calidad de la uva mediante un programa que actúa con infrarrojos. La idea es iniciar la elaboración de un nuevo estilo de vinos que, sin abandonar la línea clásica que tantos éxitos les ha reportado, lleven menos madera y más fruta.
El nuevo edificio también está concebido para aprovechar al máximo los recursos energéticos del entorno, respetando la tendencia de sostenibilidad. Así, para la conservación del vino se aprovecha la inercia térmica del subsuelo, mientras que la fachada sur está protegida por aleros para evitar la radiación solar directa. Las aguas subterráneas ayudan al intercambio calorífico, y un sistema de ventilación mixto permite usar el aire exterior como fuente de refrigeración, sin consumo energético en las noches de verano y durante todo el día en primavera y otoño.