Corbacho admite que el paro llegará al 12,5% en el primer trimestre de 2009
El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, admitió hoy que las previsiones apuntan a que la tasa de paro en España, actualmente situada en el 11,3%, seguirá subiendo hasta el 12,5% durante el primer trimestre del 2009.
Corbacho, que esta mañana puso la primera piedra de la futura sede de Activa Mutua en Reus (Tarragona), afirmó, no obstante, que se espera que la economía recupere la confianza a partir de marzo y puede empezar su reactivación.
"Si la economía financiera empieza a tener confianza en sí misma, no sube el paro permanentemente y empieza a haber señales de reactivación económica, poco a poco los indicadores apuntan a que en el segundo semestre del año que viene se invertirá la tendencia actual", apuntó.
En este sentido, señaló que la medida aprobada ayer por el Gobierno de otorgar 8.000 millones de euros para obra pública y agilizar los trámites de adjudicación de proyectos por parte de los ayuntamientos, ayudará a esta reactivación y supondrán un incremento de puestos de trabajo para desarrollar estas actuaciones que presenten los municipios. "En todos los ayuntamientos, ciudades y comarcas habrá obras" y "se ayudará" a las pequeñas y medianas empresas, afirmó.
Por esta razón, y dada la coyuntura actual con una inflación situada en el 2,4%, la bajada del precio del petróleo, la bajada de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo y la inyección de liquidez al sistema financiero, el ministro aseguró que ahora se puede ser "más optimista" que hace un mes y que la economía "real" empezará a "despegar".
Así, consideró que ahora el "reto" será que no lo haga sobre un modelo económico como el anterior, virtual, "de jugadores de Casinos, brockers y paraísos fiscales", según lo definió, sino con un planteamiento de futuro de apueste por la innovación, la tecnología y la competitividad. Corbacho señaló además que la situación actual es "compleja" y "sin precedentes" por su "intensidad, globalización, rapidez" y por ser "una crisis radiada y televisada".
También insistió en que el Gobierno no toma decisiones "para salvar a los bancos" y que esta es una idea, "que no se corresponde con la realidad", se ha instalado en el imaginario colectivo. Lo que se pretende, según explicó, es salvar el sistema financiero porque, "si se hunde, se hunde la economía".
Sin embargo, al mismo tiempo pidió a las entidades financieras que este dinero inyectado "no se quede en sus balances", sino que "lo antes posible" vaya a la economía real: a las empresas y a las familias.
Por otro lado, subrayó la buena salud del sistema de la Seguridad Social, con un superávit previsto para 2009 de más de 8.000 millones de euros y unos datos que garantizan su futuro hasta 2030. De todas formas, afirmó que se debe dejar este aspecto "fuera del debate político" y proteger el sistema para garantizar su futuro más allá de esa fecha.