Estrategias expansivas para la construcción
El sector de la construcción está notando de manera intensa el brusco cambio de ciclo de la economía, subraya el autor. Buscar el crecimiento en mercados exteriores es, en su opinión, la mejor forma de recuperar o compensar esta caída del negocio.
El cambio brusco de ciclo está siendo difícil de digerir por parte de las empresas relacionadas con la construcción. Primero, por lo rápido que se ha producido y, segundo, por la intensidad con que se está revelando. La pregunta surge de forma casi inmediata: ¿qué hacer para minimizar los efectos negativos de esta abrupta caída?
Estimular la demanda interna parece una misión casi imposible con semejante clima de desconfianza y con las dificultades actuales adicionales para acceder a financiación. No queremos con ello decir que no se pueda hacer nada para estimular las ventas; con buena predisposición y espíritu innovador siempre hay oportunidades de negocio, ya sea prospectando nuevos segmentos en los que operar, incorporando mejoras a los productos, buscando alianzas con terceros, etcétera.
Sin embargo, las posibilidades de compensar la caída en las líneas de negocio nacional tradicionales y, consiguientemente, de mantener las estructuras organizativas generadas durante los años de bonanza es labor harto complicada. En muchos casos sólo existe una solución para recuperar o compensar en parte esta caída: la internacionalización.
El desarrollo de la actividad exterior no es una estrategia que pueda llevarse a cabo de la noche a la mañana ni que todas las empresas tengan capacidad de ejecutar. No es lo mismo reforzar la parte de negocio internacional de una empresa que ya venía operando años atrás de forma significativa en mercados exteriores que empezar a exportar partiendo de cero, precipitadamente y sin experiencia previa.
En este sentido, la internacionalización de las empresas españolas de la construcción y sectores afines no es algo nuevo. Muchas empresas iniciaron ya hace tiempo este proceso motivadas por las necesidades de un mayor crecimiento y también como estrategia premeditada de diversificación del negocio a sabiendas de que, más tarde o más temprano, los años de bonanza darían paso necesariamente a un ajuste a la baja.
æpermil;ste es el caso de muchas de las grandes constructoras españolas, cuya cartera de negocio actual responde claramente a una estrategia de fuerte diversificación en lo que a nuevos mercados y nuevos servicios se refiere. Valga como ejemplo que, de las grandes constructoras españolas cotizadas que forman parte de Seopan, en 2007, el peso de sus negocios en el exterior supuso un 35,5% de su facturación, mientras que la facturación generada en actividades ajenas a la construcción se aproximó al 45%. Este porcentaje, según diversas fuentes, seguirá aumentando en los próximos años al amparo de una política intencionada de desarrollo más allá de las líneas de negocio tradicionales.
También las empresas españolas de fabricación de maquinaria, la mayor parte de ellas englobadas dentro de la categoría de pequeña y mediana empresa, son buen ejemplo de esta progresiva apertura hacia mercados exteriores. Según la Asociación Española de Fabricantes Exportadores de Maquinaria para Construcción, Obras Públicas y Minería (Anmopyc), el porcentaje de la facturación de sus asociados en el exterior ascendía en 2007 aproximadamente a un 25%, porcentaje que podría duplicarse o incluso triplicarse en los próximos años.
En otros casos, y en el marco de empresas multinacionales presentes en nuestro país, esta apuesta por el crecimiento en mercados exteriores puede venir acompañada por la decisión organizativa de dotar de mayor responsabilidad a sus filiales españolas, aprovechando (y manteniendo) así las estructuras y el know how adquirido en estos años.
æpermil;ste es el caso de Putzmeister Ibérica, referente en la construcción de maquinaria para el bombeo de hormigón. Durante el periodo alcista de la construcción en España la empresa ha prosperado hasta convertirse en la segunda filial del grupo más importante a nivel mundial, creando una estructura y una organización interna capaces de gestionar mercados que le son próximos geográfica y culturalmente. Por esa razón, hace unos meses le fue ampliado su ámbito de actuación de España y Portugal con los nuevos mercado del norte de África.
Guillermo Cabot Luján. Jefe de Marketing Estratégico de Putzmeister Ibérica y profesor de la EN CEU y de EOI, Escuela de Negocios