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Estilo de vida

Los secretos del estilo Bond

007 viste impecable de Tom Ford, luce un Omega y conduce un Aston Martin en 'Quantum of Solace'.

Desde Dr. No, la primera película de James Bond, en 1962, el agente 007 se ha despertado al lado de 44 mujeres y ha eliminado a más de 150 hombres, de los que tres cuartas partes han tratado de borrarle del mapa. Ninguna situación, por peligrosa y arriesgada que fuera, ha impedido al agente secreto más famoso del mundo aparecer impecable en la pantalla.

El estilo Bond irrumpe de nuevo con el estreno este fin de semana de Quantum of Solace, la vigésimo segunda aventura de la saga y la segunda protagonizada por el británico de 40 años Daniel Craig. El personaje creado por Ian Fleming en 1952 -la primera novela fue Casino Royale- no ha dejado de evolucionar, convirtiéndose en un icono de elegancia.

El último James Bond viste trajes del diseñador texano Tom Ford, luce un Omega en la muñeca y conduce un Aston Martin, a pesar de que, como recuerda Nick Foulkes en el libro Dressed to kill, Ian Fleming nunca mencionó marcas al describir el estilo del agente secreto. Fue Lindy Hemming, responsable del vestuario de las películas desde Goldeneye (1995), quien apostó por los trajes de la firma italiana Brioni. Buscaba 'algo más moderno, más europeo, clásico y de excelente corte', diría.

Su sustituta, Louise Frogley, ha elegido en cambio a Tom Ford. Su explicación: 'Quería algo hermoso y elegante que nos recordara al tipo de traje que llevaba Sean Connery en las primeras películas de Bond'. Ford entendió lo que quería, incluso envió a alguien a Italia en busca de un tejido de los años 60, difícil de encontrar. Los trajes tienen un corte muy específico, apropiado para la musculatura de Craig. 'Hacen un silueta estupenda', señala Frogley. La diseñadora de vestuario tuvo que hacer una exhaustiva investigación para conocer qué pasaría con la ropa. 'Bond puede ir hasta 24 horas con la misma ropa después de haber estado en una explosión, haber sido arrojado desde un avión y quedar abandonado en un desierto', explica. Tom Ford también firma las gafas de James Bond, que en anteriores aventuras prefería las de la firma italiana Persol.

En lo que sigue siendo fiel es a los relojes Omega. Desde 1995, 007 ha llevado siempre relojes Seamaster de esfera azul, pero en Quantum of Solace Bond luce un Seamaster Planet Ocean 600m con pulsera de acero, cuyas características de diseño se remontan a las de los Seamaster clásicos de los años 50.

El idilio entre el agente secreto y la marca automovilística británica Aston Martin es más antiguo. En 1964, Sean Connery se puso al volante de un DB5 en Goldfinger (el automóvil fue vendido en subasta hace dos años por un millón de libras). A pesar de los flirteos de Bond con otras marcas, como BMW, Craig volvía a pilotar el nuevo DBS (durante el rodaje uno de los modelos utilizados acabó en el fondo del lago Garda).

Los gadgets (artilugios) han acompañado al agente 007 desde su primera aventura -el Geiger Counter, un aparato para medir la radioactividad-. En la más reciente, el nuevo arma de Bond es el Sony Ericsson Cyber-shot TM C902, dotado con cámara 5MP, que le permiten enviar rápidamente fotos en alta resolución a MI6 para reconocer a los enemigos. James Bond es, además de héroe, un escaparate.

En la piel del agente secreto más famoso del mundo

Es todo cuestión de dinero. Un traje de la colección de Tom Ford cuesta entre 2.600 y 3.300 euros (Just One. Jorge Juan, 15. Madrid. Próximamente, también sastrería a medida del diseñador). Las corbatas, entre 140 y 280 euros; pañuelos, 84 euros, y zapatos, de 1.100 a 1.500 euros. Las gafas, en torno a los 350 euros (tiendas Sun Planet). El Omega Seamaster, 2.770 euros; el modelo Quantum of Solace de edición limitada (sólo 180 en España), 2.920 euros. Conducir el Aston Martin de Bond, a partir de 276.000 euros, sólo 700 unidades al año en el mundo (C. de Salamanca). El Sony Ericsson C902, a la venta en tiendas Telefónica.

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