La ampliación resta valor en Bolsa a Santander pese a la emisión de acciones
La ampliación de Santander le está costando cara al banco en términos de capitalización bursátil. Una vez concluya, la entidad contará con 1.600 millones de acciones nuevas, pero a los precios actuales su valor en Bolsa, lejos de aumentar, se verá reducido en 17.650 millones de euros respecto al tamaño que tenía antes de anunciar la operación.
El castigo a la banca persiste y Santander se ha convertido en una de las principales víctimas de la fuerte presión vendedora. Los títulos del banco perdieron otro 5,5% ayer, en su quinto día a la baja, para concluir en 5,11 euros, lo que implica que el retroceso desde los 8,34 euros a los que cerró la sesión anterior al anuncio de la ampliación de capital es del 38,7% -un 34% descontando el derecho-. Un castigo superior al 27,9% del índice Stoxx de banca europea en el mismo periodo.
Un duro golpe que ha dejado su valor en Bolsa mermado a 40.850 millones de euros. El viernes anterior al anuncio de la ampliación Santander tenía una capitalización bursátil de 66.670 millones de euros, lo que implica que la diferencia alcanza ya los 25.820 millones de euros. Además, la magnitud del castigo es tal que a los precios actuales su valor en Bolsa tan sólo aumentaría hasta los 49.019 millones de euros si se tienen en cuenta las 1.600 millones de acciones nuevas que se pondrán en circulación el próximo 4 de diciembre. Por tanto, el tamaño del banco tras la ampliación será 17.650 millones de euros inferior al que tenía antes de anunciar la operación si atendemos a los precios de cierre de ayer.
El objetivo de la ampliación de Santander es mejorar los ratios de solvencia respecto a sus rivales europeos, así, independientemente de lo que haga la capitalización bursátil, el ratio de capital del banco se situará en el entorno del 7,68% tras la operación desde el 6,3% que tenía con anterioridad.
La desconfianza que ha generado el banco al anunciar la operación tan sólo unos días después de que la directiva descartara la necesidad de ampliar capital, explica para muchos expertos el castigo que está sufriendo el valor, aunque la magnitud desconcierta al ser muy superior al efecto dilutivo de la operación, estimado entre el 15% y el 20%.
El desplome de Santander, con todo, no se ha convertido en un hecho aislado. El resto del sector bancario, como viene ocurriendo desde que estalló la crisis subprime, se ha vuelto a convertir en uno de los más afectados por las ventas a medida que aumenta el miedo a la recesión y crece la desconfianza hacia la renta variable. Por tanto, para muchos la falta de credibilidad del sector también explica la debilidad de la acción. Así, si bien Santander cayó al mínimo del año ayer, otros rivales como BBVA (-3,49%), Sabadell (-2,51%), Popular (-3,27%) o Banesto (-2,38%) también cerraron en los niveles más bajos de ejercicio. El castigo, además, también se extendió al resto de la región y el índice Stoxx de banca cayó el 2,9%.
Pero lo cierto es que Santander sufrió algo más que el resto y cotiza ya en niveles de marzo de 2003. Algunos achacaron ayer parte de esta debilidad al hecho de que los accionistas británicos del banco, cerca del 6% del accionariado, no pueden acudir a la ampliación por problemas burocráticos, ya que las ampliaciones en el Reino Unido duran 21 días y aquí 15. A cambio el Santander vende los derechos y les permite comprar títulos sin comisiones de corretaje, explican desde el banco.
La puesta en venta de estos derechos, sumado al descontento de algunos fondos de inversión, la especulación o a las ventas de derechos de minoristas que no desean acudir también está detrás de la debilidad de la acción para algunos expertos. Y hay quien incluso apunta a posibles ventas a crédito de los aseguradores, obligados a recomprar a 4,5 si no se cubre la operación.
El que vendió a tiempo compra a precio de saldo
Comprar títulos de Santander a menos de tres euros ha sido posible para algunos inversores. Aquellos accionistas de la entidad que optaron por vender sus derechos de suscripción el día que arrancó la ampliación de capital y compraron títulos ayer sólo han tenido que realizar un desembolso de 2,67 euros por título.Vender a tiempo salió rentable. ¿Cómo es posible? El primer día los derechos de suscripción llegaron a alcanzar un máximo de 0,61 -ayer cayó a 0,17 euros-. Si un inversor tuvo la suerte de venderlos en ese momento, por cada cuatro derechos -los necesarios para adquirir una acción nueva de Santander si hubieran optado por acudir a la ampliación de capital- ingresó 2,44 euros. Por ello, si ayer ese mismo inversor decidió volver a comprar títulos de Santander en el mercado y lo hizo al precio de cierre de 5,11 euros, el desembolso final que tuvo que realizar este inversor supuso tan sólo 2,67 euros si descontamos la ganancia de 2,44 euros por título que se embolsó días atrás.La especulación vía derechos es algo común en las ampliaciones por la enorme volatilidad de los mismos, algo que permite que con el mismo dinero los movimientos se acentúen más. Ayer comprar títulos vía derechos costaba 5,18, un 1,36% más que en el mercado, a 5,11.