Alitalia acepta definitivamente la oferta de compra de la CAI
El comisario extraordinario de Alitalia, Augusto Fantozzi, anunció hoy que la compañía aérea italiana ha aceptado la oferta de compra presentada por la Compañía Aérea Italiana (CAI), formada por un grupo de veinte empresarios nacionales.
Con este paso se cierra el largo proceso de privatización de la endeudada compañía aérea de bandera, participada al 49,9% por el Estado- después de dos años y de numerosos intentos fallidos. La autorización de Fantozzi llegó después del visto bueno dado Comisión de Vigilancia encargada de evaluar la oferta y del Ministro de Desarrollo Económico italiano, Claudio Scajola.
Fantozzi añadió que los únicos obstáculos que pueden interponerse en la venta de la operación son la falta de autorización por parte de la Unión Europea o del órgano garante de la competencia italiano (Antitrust). En una rueda de prensa, el comisario extraordinario, nombrado por el Gobierno tras la declaración de insolvencia de Alitalia, explicó que la oferta de la CAI por la parte rentable de la aerolínea -activos, aviones y rutas- es de 1.052 millones de euros.
De estos, especificó Fantozzi, 427 millones de euros serán pagados en efectivo, mientras que el resto servirá para absorber su deuda. En detalle, Alitalia recibirá 311 millones en efectivo, ya que a éstos se sumarán después 57 millones por la sociedad Alitalia Servizi; 6 millones por Alitalia Airport; 20 millones por Alitalia Express; y 33 millones por la aerolínea a bajo coste Volare.
El cierre de la operación de compra será el 30 de noviembre y "la CAI no tendrá que sostener más gastos. Desde el 1 de diciembre la aerolínea será suya", añadió Fantozzi. De esta manera, la CAI compra la parte de Alitalia que incluye todos los derechos aterrizaje y despegue, los derechos de vuelo, a excepción de los del sector de cargo, así como toda la flota -compuesta por 93 aviones (valorados por 625 millones), de los que 64 son de propiedad y 29 en alquiler-.
El resto de la compañía, aquejada de las mayores deudas, quedará bajo administración extraordinaria en un intento de reflotarla. El proyecto industrial de la CAI se basa en la fusión con la otra aerolínea nacional Air One para crear, desde las cenizas de Alitalia, una nueva compañía aérea que tendrá 12.500 trabajadores (1.550 pilotos, 3.300 asistentes de vuelos y 7.650 entre técnicos, empleados y ejecutivos).
Para ello se prevé el recorte de 3.250 empleos y la no renovación de los cerca de 2.000 contratos temporales. La CAI se apoyará también en un socio internacional (la compañía aérea alemana Lufthansa o la franco-holandesa Air France-KLM), que elegirá antes de finales de año, según anunció hoy el ministro de Desarrollo Económico.