Las carteras de los planes apuestan por los bonos estatales

La consolidación de las bajadas de tipos de interés ha reforzado las posibilidades de mejora de las rentabilidades de los planes de pensiones que operan en el mercado de bonos a medio y largo plazo, ya que las valoraciones de estos activos se han visto fortalecidas recientemente. En gran parte porque los inversores utilizan los bonos, en especial los emitidos por los Estados soberanos, como refugio en momentos de crisis.

El mercado de bonos privados está en situación muy precaria a causa de la paralización de la actividad y del aumento de las calificaciones negativas que están emitiendo las agencias de calificación desde hace unos meses, sin distinción entre emisores financieros o industriales. No obstante, algunos analistas creen que el mercado de emisiones privadas está empezando a dar señales de recuperación aunque aún muy incipientes. Las opciones de inversión en el mundo de los bonos están muy limitadas desde hace unos meses debido a la escasez de papel de calidad, lo que afecta a los precios y está favoreciendo a la postre a los planes que tienen una buena cartera de bonos a medio y largo plazo. Algunos planes presentan en la actualidad rentabilidades por encima del 6%.

En lo que atañe a la renta variable, la inestabilidad de los mercados sigue dificultando la labor de los gestores, que en lo que va de año presentan pérdidas superiores al 35% en promedio, pérdidas que han contagiado a algunas otras categorías de planes de pensiones, no sólo los planes mixtos de renta variable, sino también los mixtos de renta fija, en los que la exposición máxima a Bolsa está fijada en el 30% de la cartera. Pues bien, en este segmento de los planes de pensiones, con unos 265 planes en total, solamente una docena escasa de ellos logra eludir las pérdidas en doce meses. Los demás están en pérdidas, en bastantes casos con retrocesos por encima del 10%. La parte variable, minoritaria, puede más que la mayoría de la cartera, de renta fija pero poco rentable.