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Pedro Bona, Miembro del Comité Restringido de GM Europa

'En Figueruelas no habrá despidos, pero no descarto ERE'

El único representante español en la cúpula sindical de General Motors Europa destaca que la planta de Figueruelas es la preferida de la multinacional. En su opinión, si se solventan los problemas de liquidez, en ella se concentrará el grueso de la fabricación del Corsa y se adelantará la del nuevo Meriva.

'En Figueruelas no habrá despidos, pero no descarto ERE'
'En Figueruelas no habrá despidos, pero no descarto ERE'

A Pedro Bona, único representante español en el Comité Restringido de General Motors Europa, le ha tocado vivir el momento más difícil en toda la historia de Figueruelas. General Motors, que ha sido siempre percibida como un símbolo de la seguridad industrial, se ha situado al borde mismo de la quiebra. Y la planta zaragozana, que supone más de la mitad de las exportaciones aragonesas y de la que dependen más de 20.000 empleos, necesita soluciones urgentes. Bona acaba de regresar de la reunión continental, en la que se han tratado de diseñar las claves de futuro.

Sobre Figueruelas se dicen muchas cosas. Algunos aseguran que el nuevo Meriva se retrasa e, incluso, que no llegará a fabricarse. Otros auguran despidos masivos y el nerviosismo de la plantilla es evidente. ¿Cuál es la situación real?

A diferencia de situaciones anteriores, hoy nos estamos jugando, no el futuro de una planta, sino el de toda la empresa. Los fabricantes de automóviles en Europa necesitan urgentemente una inyección de 750 millones para mantener su actividad. General Motors está consumiendo su tesorería y, por ello, está gestionando ayudas a nivel mundial. æpermil;ste es el telón de fondo, que no podemos ignorar.

¿Y qué perspectivas hay de solución?

En EE UU, el presidente electo, Obama, y los demócratas son muy sensibles al problema. En Europa, la situación es más compleja, porque las plantas están ubicadas en varios países, con Gobiernos de criterios diversos. Pero yo creo que el problema de fondo acabará solucionándose y que, incluso, resultará beneficioso a largo plazo, porque obligará a replantear muchas cosas y a eliminar errores. Aunque no será el único caso, yo creo que en General Motors no resulta exagerado hablar de una cierta refundación de la compañía.

¿Qué va a pasar en Figueruelas?

Hemos conseguido que aquí no haya despidos, lo que representa un factor diferencial importantísimo respecto a la pretensión de otros fabricantes. A cambio, los paros generados por la reducción del volumen productivo deberán ser repartidos entre toda la plantilla. El reto que ahora se nos plantea es minimizar la pérdida de poder adquisitivo entre los trabajadores, porque lo normal es que a menor trabajo menor salario. La empresa está dispuesta a compensar en parte, siempre que las circunstancias lo permitan. Si la caída de las ventas continúa, los expedientes de regulación de empleo serán inevitables, y lucharemos porque esta fórmula sea lo menos lesiva para los afectados. En el comité hemos tratado de cómo minimizar los impactos sobre el salario teniendo en cuenta la legislación de cada país.

¿Cuánto va a bajar la producción en la planta de Zaragoza?

Los recortes serán diferentes según los modelos, porque, en definitiva, estamos ante un problema de demanda. En el Combo, como es un vehículo comercial y producimos relativamente pocas unidades, la repercusión es leve. El Meriva está en el extremo contrario, ya que, a la reducción de las ventas en monovolúmenes, se añade el que, en vísperas de un nuevo modelo, los compradores prefieren esperar. En el Corsa se comparte la situación general. En Europa, General Motors va a cerrar el año con una reducción de la cuota de mercado del 9,5% al 8,9%. Pero lo más preocupante es el volumen acelerado de las pérdidas, que en el tercer trimestre de este año se han situado en un neto de 1.000 millones de dólares, cuando en el mismo periodo del año pasado estaban en 398 millones.

¿Cómo puede repartirse este quebranto?

Las fórmulas concretas vamos a estudiarlas en una reunión del Foro Europeo, que se celebrará la próxima semana. En este organismo participan 32 miembros de los comités de cada país y, por ello, es capaz de afrontar cómo pueden conjugarse los distintos intereses de las plantas. Ya hemos comunicado a la plantilla que la dirección ha adelantado que quiere hacer un reparto, lo más eficiente y equitativo posible, de la carga de trabajo entre las plantas. El propósito es que el programa de inversiones en los nuevos modelos siga adelante, pero el ajuste con el mercado es ineludible.

¿Puede retrasarse la fabricación del nuevo Meriva?

Para General Motors, Figueruelas es su planta preferida en Europa. Si los problemas de supervivencia se resuelven, aquí se concentrará la producción del Corsa, como modelo emblemático e, incluso, se adelantará la del Meriva, que está prevista para enero de 2010. Si este nuevo modelo se retrasara, sería porque el bajón de la demanda sería de tal calibre que cuestionaría la inversión. Pero los principales proyectos de futuro de General Motors pasan actualmente por Zaragoza, teniendo en cuenta que el problema de fondo es muy grave. Es evidente que la falta de liquidez viene a condicionarlo todo, incluido el lanzamiento de nuevos modelos

¿Van a pedir ayudas al Gobierno de Aragón?

La situación de General Motors en EE UU y en Europa es independiente, aunque la gravedad se comparta. Si allí se han solicitado ayudas, también aquí son necesarias y algunos Gobiernos así lo están entendiendo. A nivel autonómico, no resulta necesario subrayar la importancia que Figueruelas tiene para la economía aragonesa. Lo que ocurre es que todavía estamos en otra fase de resolución del problema.

Un recorte 'inevitable'

'Estamos en una situación gravísima y, por ello, la empresa busca recortar por todos los lados', destaca Pedro Bona. 'Nuestra función consiste en que esta crisis no la paguemos sólo los trabajadores, sino que se afronte entre todos. Reconoce que 'una reducción del 20% en la producción es inevitable, por muy dolorosa que sea, porque no se pueden producir coches si el mercado no los absorbe. Pero es que, además, la empresa necesita urgentemente de financiación externa para mantener la actividad'. De hecho, la suma de paros técnicos crece día a día. La planta de Figueruelas cancelará la producción los días 17, 18, 24 de noviembre y 5, 22 y 23 de diciembre (dos líneas), además del 17, 18 y 19 de noviembre en la línea del Meriva. Mientras, continúa el goteo de voluntarios para el expediente de regulación de empleo (ERE), que ayer se situó en 270 trabajadores. En la planta se está aplicando el expediente temporal para 600 operarios.

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