Obama pedirá al Congreso un plan de rescate para el motor
El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, está presionando para que el Congreso apruebe este año hasta 50.000 millones de dólares (40.000 millones de euros) en ayudas para salvar a la industria de automoción estadounidense y designará un supervisor o un consejo que se encargue de vigilar a las compañías. El movimiento requerirá del apoyo de George Bush, según fuentes próximas a la negociación.
Los consejeros de Obama están ahora convencidos de que si General Motors no recibe ayuda pronto, quebrará a finales de enero. Y si las compañías no reciben 50.000 millones de dólares, Obama tendrá que lidiar con el problema antes del verano.
La decisión de ayudar al sector se podría aprobar en los debates del Congresos que se inician la próxima semana. Obama necesita el apoyo de Bush y de los estados con plantas de fabricación como Michigan, Ohio, Indiana, Illinois y Wisconsin para que se apruebe una medida tan costosa. Todavía se debe determinar si la mayor parte del dinero provendrá del paquete de rescate de 700.000 millones de dólares que se aprobó el mes pasado o se tratará de nuevos fondos.