A la falta de flexibilidad de dicho marco, se unen la crisis económica y la caída de la inversión publicitaria, sin perspectivas de recuperación a corto y medio plazo.
El incumplimiento de los plazos en la concesión de licencias, y la arbitrariedad política con la que se han resuelto algunos concursos de TDT regional, han agravado la situación de forma determinante.