El BCE baja medio punto el precio del dinero y prevé nuevos descensos si el IPC cae más
Las previsiones del mercado se cumplieron y el Banco Central Europeo bajó ayer medio punto los tipos de interés, hasta el 3,25%, su nivel más bajo desde octubre de 2006. El banco central, que no descarta seguir con los recortes si la inflación sigue cayendo, tomó esta decisión después de que la Comisión anunciará el lunes que la zona euro ha entrado en recesión.
El BCE, que en el último año se había mostrado reacio a recortar los tipos para reactivar la economía, ha reducido el precio del dinero hasta niveles de octubre de 2006 en menos de 30 días. El recorte de ayer supone la segunda bajada consecutiva después de que a principios de octubre en una acción coordinada con la Reserva Federal y otros bancos centrales, redujera también las tasas en medio punto.
Jean-Claude Trichet, presidente del BCE, argumentó ayer que ahora se observa una 'reducción de los riesgos inflacionistas', lejos del mes de julio cuando el banco central aprobó un aumento de los tipos de un cuarto de punto hasta el 3,25% para atajar las tensiones inflacionistas. Ahora, según el indicador adelantado de Eurostat, el IPC en la zona euro se situó en octubre en el 3,2%, cuatro décimas menos que en el mes anterior y seis menos que en agosto. El BCE confía en que si el precio del petróleo se mantiene estable, la inflación baje hasta el 2%, el objetivo fijado por el Pacto de Estabilidad.
Si la tendencia a la baja de los precios de consumo prosigue, el BCE no descarta recortar aún más los tipos en la próxima reunión de diciembre. De hecho, ayer una parte del Consejo de Gobierno planteó la posibilidad de rebajar los tipos hasta el 3%. Como es habitual, Trichet aprovechó la rueda de prensa de ayer para alertar de los riesgos inflacionistas de segunda vuelta que pueden producirse si se traslada la subida del IPC a los salarios.
La decisión de la autoridad monetaria sentó bien en el seno de la Comisión Europea que el lunes ya apuntó la necesidad de reducir el precio del dinero. La zona euro entró en recesión el tercer trimestre y, según las previsiones de la Comisión, los dos próximos años se mantendrá estancada. Trichet explicó que la debilidad de la demanda exterior e interna y las tensiones en el mercado financiero están lastrando la actividad en la zona euro.
Gobierno, partidos políticos, sindicatos, consumidores y patronales aplaudieron la decisión del BCE de bajar los tipos, si bien algunos lamentaron que la rebaja no se refleje todavía en el euríbor. Desde el Gobierno, la ministra de Vivienda, Beatriz Corredor, confió en que la bajada de los tipos y las medidas de financiación del mercado interbancario adoptadas por el Gobierno aporten 'más confianza' a los bancos, lo que permitirá que 'se presten entre sí' y que esto redunde en un mayor acceso al crédito para los ciudadanos y las empresas. La patronal CEOE calificó de 'buena noticia' la bajada de medio punto al considerar que ayudará a paliar la falta de liquidez que afrontan las empresas.
Por otro lado, el presidente del BCE defendió ayer la política de rescate a los bancos que están aplicando los Gobiernos nacionales. Aún así, alertó de que las políticas fiscales que se aprueben para paliar los efectos de la crisis no deben suponer un incumplimiento del Pacto de Estabilidad, que establece como límite un déficit del 3% del PIB.
A pesar de la ayuda estatal, Trichet aseguró que los datos demuestran que aún permanecen fuertes restricciones al crédito, sobre todo para las empresas. 'Esperamos que el sector bancario haga su aportación para restablecer la confianza', dijo, confiando en que los bancos sean más flexibles tras la reducción de tipos a la hora de dejar y prestarse dinero. En este sentido, apuntó que el informe sobre préstamos bancarios que el BCE publicará hoy, muestra un 'un continuo endurecimiento neto de los estándares crediticios.