Momentos de ansiedad entre los demócratas
A la vista de las encuestas, el partido advierte contra una complacencia que, de momento, no se percibe.
David Axelrod, el incansable manager de la campaña de Barack Obama decía ayer en el programa This Week, de la cadena ABC que estaba preocupado por el efecto negativo de unas encuestas positivas para los demócratas. ¿El problema? La complacencia, que los votantes piensen que la carrera está ganada y se queden en su casa el martes.
Los temores de Axelrod los comparten muchos ciudadanos de feudos demócratas. El nivel de ansiedad está subiendo entre los que no se fían de que al final los granjeros de Ohio y los jubilados de Florida cambien el sentido de su voto y voten demócrata en estas elecciones. Son muchos los comicios perdidos por un puñado de votos. Y eso no se olvida.
Una organización llamada Liderazgo Demócrata para el Siglo XXI de Nueva York, lleva semanas organizando viajes de fin de semana a New Hampshire y, sobre todo, a Pensilvania para literalmente 'peinar' pueblos y ciudades en búsqueda del último voto. Los involucrados suelen ser jóvenes voluntarios que durante horas han llamado a todas las puertas que han podido para convencer a quien les abriera de que tenían que votar por Obama. Este fin de semana, los voluntarios han pagado 85 dólares de su bolsillo para ir a Virginia desde Nueva York.
Es algo que también han hecho los republicanos pero en el caso de los demócratas, a los voluntarios se les ha pedido con énfasis que no bajen la guardia y no se dejen llevar por los buenos datos de las encuestas o los miles de personas que se dan cita en los actos de esta histórica campaña.
Desde ambas organizaciones se recuerda que, por increíble que parezca a estas alturas, uno de cada siete votantes es un indeciso y que conseguir ese voto será importante en estados ahora en el aire.
Pese a la llamada de Axelrod contra la complacencia, este manager tiene que estar tranquilo por que no hay signos de ella. Y buena muestra s de ello es el del voto anticipado. En Florida ya se han registrado largas colas para hacerlo y en Colorado, según The New York Times, ya ha votado el 46% de los censados.