Europa se suma al rebote
La volatilidad tomó ayer las riendas de la Bolsa europea, aunque esta vez para impulsar las cotizaciones al alza. Las expectativas de bajadas de tipos en EE UU, que impulsaron Wall Street el martes, dieron alas a las Bolsas europeas. El Ibex 35 subió un 9,42%, la segunda mayor subida de la historia. Wall Street reaccionó con muchas ocilaciones a a la rebaja de tipos de la Fed, de 50 puntos básicos, y cerró con leves caídas.
La de ayer fue una sesión atípica para coincidir con una decisión de tipos de la Reserva Federal estadounidense. Estas sesiones suelen ser de trámite, de espera, y los índices rara vez se mueven hasta que la autoridad monetaria anuncia su decisión. Y eso siempre sucede con las Bolsas europeas cerradas.
Ayer, sin embargo, las Bolsas europeas asistieron a un tremendo rebote, que el martes se había producido en Wall Street, y horas antes en Tokio, cuya Bolsa se anotó un alza del 7,7%. Desde primera hora de la mañana los parqués europeos registraron subidas cercanas al 6%, que se fueron acrecentando a lo largo de la sesión hasta superar al cierre el 9% en varios casos, entre ellos el del Ibex, que cerró con un alza del 9,42%, la segunda mayor de la historia, hasta los 8.650,1 puntos.
Las Bolsas de Holanda, Italia y París también sumaron alzas superiores al 9%, mientras que el Euro Stoxx 50 se anotó tan sólo un 5,61% debido al fuerte recorte de las acciones de Volkswagen, del 45,29%, una vez que Porche anunció que venderá títulos de la compañía para dar más liquidez al valor en Bolsa.
La apertura tranquila de Wall Street -ésta sí a la espera de Ben Bernanke- contribuyó a que las Bolsas europeas asentaran el rebote, después de varias sesiones de fuertes caídas, que en el caso del Ibex han sido seis, con un retroceso acumulado del 20,5%.
La fuerte sobreventa que acumulaban las Bolsas es uno de los factores decisivos que explican el fuerte repunte de ayer, que por el momento ha permitido que el Ibex recupere la cota 8.000 que había perdido la víspera.
Sin embargo, para ser una jornada de subidas presumiblemente históricas, el volumen negociado en la Bolsa española fue discreto. Se intercambiaron acciones en el mercado continuo por valor de 4.971 millones de euros, frente a una media diaria este año en torno a los 5.000 millones. Tampoco las abruptas caídas de las últimas sesiones se están generando con niveles superiores, lo que indica en definitiva que los inversores están fuera de la Bolsa.
El rebote del Ibex se produjo gracias a las subidas estratosféricas de los grandes valores. Santander subió un 14,33%, BBVA, un 13,95% y Telefónica, un 10,76%.
En todo caso, ayer se produjeron una serie de noticias positivas que sirvieron de excusa para los inversores. Una de ellas se generó en Japón, donde los medios de comunicación publicaron que el Banco de Japón podría estar barajando una rebaja de tipos (actualmente están en el 0,5%). La noticia impulsó el martes las compras de Bolsa en EE UU gracias a una abrupta depreciación del yen, después del repunte de los últimos días.
Otro dato para el optimismo fue la publicación de los pedidos de bienes duraderos de EE UU, mejor de lo esperado. La subida del precio del crudo provocó, asimismo, la compra de acciones de compañías petroleras, que en Europa se revalorizaron un 12%.
Pero fue, sin duda, la expectativa de que la Reserva Federal bajara tipos lo que animó las compras. Ben Bernanke no defraudó al mercado y rebajó el precio del dinero 50 puntos básicos, con lo que deja los tipos oficiales en el 1% y los tipos reales, considerando la inflación, en terreno negativo. El mensaje del presidente de la Fed no fue optimista: dejó claro que persisten los riesgos para el crecimiento de la economía.
Wall Street acogió la decisión de la Fed con caídas en un primer momento y fue entonces cuando realmente los inversores tomaron los beneficios logrados en la jornada anterior. Pese a todo, los descensos no fueron muy abruptos y la sesión terminó con retrocesos leves. El Dow Jones cedió un 0,82% y el S&P 500, un 1,11%. El Nasdaq ganó un 0,47%