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Tribuna
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Las TIC, alternativa para un nuevo modelo productivo

La actual crisis ha dejado en evidencia la necesidad de un cambio del modelo productivo basado en empresas que conformen un nuevo tejido industrial de alto valor añadido, dice el autor. Por su potencial, el sector de las tecnologías de la información (TIC) puede ser, en su opinión, uno de esos anclajes industriales.

Las noticias y los datos que nos llegan de todas las fuentes en relación a la situación económica no pueden ser peores. La solución será la suma de diferentes iniciativas auspiciadas por organismos internacionales financieros, por el Gobierno, por la sociedad civil, por el sector industrial, etcétera. Si esta sociedad ha sido capaz de superar crisis anteriores, por qué no va a superar también ésta.

No sería una mala idea llegar a algunos acuerdos básicos en nuestro país. Fue el líder de Comisiones Obreras, José María Fidalgo, el primero que vio con claridad hace tiempo que había que cambiar el modelo productivo. Si se le hubiera escuchado a tiempo no estaríamos en esta situación.

Es fundamental cambiar el modelo productivo y basarlo en empresas que conformen un nuevo tejido industrial de alto valor añadido, competitivo y exportador.

Desde hace más de 20 años se celebra en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo un curso del sector de las TIC (tecnologías de la información y la comunicación) y este año ha sido especialmente lúcido por lo desafiante y oportuno en este momento de crisis económica en nuestro país. El presidente de Aetic, Jesús Banegas, en su intervención, aseguró que 'si las exportaciones tecnológicas de España alcanzaran el peso relativo de países como Reino Unido, Francia y Alemania, la mayor parte de la dependencia financiera de nuestro país dejaría de existir'. Por su parte, el consejero delegado de Telefónica, Julio Linares, sentenciaba: 'El potencial de nuestro sector y su peso en la economía le capacitan para poder contribuir decididamente a un cambio de modelo productivo que favorezca la recuperación del crecimiento económico'. Es decir, dos de las personalidades más conocedoras del sector de las TIC nos dicen con claridad que hay esperanzas para contribuir a la recuperación de nuestra economía.

Realmente, ¿es eso posible o es simplemente un deseo voluntarista? Desde mi punto de vista de empresario/emprendedor de una compañía de desarrollo y diseño de equipos innovadores de telecomunicación, suscribo sus palabras por los siguientes motivos:

Se trata de un sector que no es exigente en la utilización de capital, éste es un momento delicado para conseguir financiación.

Es un sector que necesita de ingenieros bien preparados y nuestras universidades son razonablemente buenas.

Hay en nuestro país grandes clientes potenciales. Pienso en compañías como Telefónica, con una presencia internacional notable y con unas cifras de capitalización y beneficios envidiables. Pienso en nuestro sector financiero, liderado por bancos como el Santander, el BBVA, La Caixa, etcétera, también con presencia internacional y creciendo. Pienso en Inditex, Iberdrola, Endesa, etcétera, implantadas en multitud de países. En fin, éstas son sólo una muestra pero, además, nuestra sociedad está a la cabeza de servicios innovadores.

Es un sector en el que la evolución de la estructura de la industria en los últimos 10 años explica por qué un fabricante de equipos especializados como Teldat puede ser un jugador de éxito en el mercado internacional. Hasta hace 10 años había que hacérselo todo y nada estaba estandarizado, sólo unos pocos grandes (Alcatel, Ericsson, Lucent, Nortel, Siemens, etcétera) copaban el mercado mundial.

Hoy las arquitecturas de red, los estándares, las tecnologías IP y la microelectrónica han revolucionado el mundo de los fabricantes de equipos de telecomunicaciones. Con poco más de cien ingenieros, un fabricante especializado puede diseñar los equipos de acceso o transporte más avanzados, con las ventajas de la especialización y la flexibilidad de su menor tamaño. Esto en cuanto al hardware; pero es que el software se puede diseñar con un simple PC echando a pelear unas pocas células grises bien colocadas.

La globalización es un hecho en esta industria, nuestros ingenieros trabajan con otros ingenieros sin importarles dónde están ubicados, cuál es su lengua materna y para qué empresas trabajan.

Tanto por el volumen económico que maneja este sector como por las razones anteriores, se comprende que puede ser unos de los anclajes industriales a nuestro alcance en nuestro país.

Profesores tan reconocidos como Michael Porter o nuestro Manuel Castell asignan un papel preponderante a los Gobiernos en el desarrollo industrial de estos sectores avanzados, sobre todo como incentivadores y animadores. Por mi parte, sólo le recordaría la definición de locura de Albert Einstein. Según el sabio premio Nobel, 'la locura es hacer lo mismo una y otra vez tratando de lograr resultados diferentes'.

Antonio García Marcos. Presidente de Teldat.

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