Reformador de la empresa y del trabajo en la democracia
Como máximo representante de la patronal española durante 23 años, José María Cuevas mantuvo en numerosas ocasiones encuentros de negociación y análisis con los autores, protagonistas también de la vida económica. Los articulistas destacan su legado como artífice del diálogo social en España.
José María Cuevas ha sido durante 23 años el representante de los empresarios españoles, pero su trabajo al frente de la CEOE ha ido mucho más allá del mero interés corporativo, siempre lo ha realizado desde una visión más amplia, teniendo en cuenta el interés general.
Quiero destacar, en primer lugar, la contribución de José María Cuevas a la vertebración social de nuestro país en los años de la transición, con la constitución de la organización empresarial al lado de Carlos Ferrer Salat y otros muchos empresarios, algunos de los cuales siguen todavía estando en la brecha, una iniciativa que abrió el camino en nuestra democracia incipiente a un nuevo diálogo con los agentes sociales para garantizar la paz social y preparar las reformas necesarias en el nuevo marco constitucional de libertad política y económica.
Durante todo este tiempo, Cuevas ha sido el interlocutor permanente de la mesa de diálogo más importante del país. Ha sido un negociador incansable. Pero su trabajo al frente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), además de las constantes negociaciones con los sindicatos y con la Administración pública, que han dado paso a reformas en el mercado laboral y en el sistema de protección social, cuya trascendencia hoy todo el mundo reconoce, ha contribuido también a crear el marco ideológico y cultural necesario para acometer la profunda transformación que necesitaba la economía española. Una transformación que, entre otras realidades, se ha plasmado en la multiplicación y la expansión de nuestro tejido empresarial y del empleo.
Del rico balance de la gestión de José María Cuevas al frente de la CEOE me gustaría destacar su aportación al cambio que se ha ido produciendo paulatinamente en la sociedad española en la valoración económica y social de la actividad empresarial. No ha sido fácil superar la asociación de la figura del empresario con la del explotador sin corazón que vive a costa del trabajo de otros, y sustituirla por la imagen, más cercana a la realidad, del emprendedor que asume el riesgo de acometer un proyecto empresarial, que busca su propio beneficio, pero a la vez genera en su entorno riqueza y empleo. Este cambio en la percepción de los agentes económicos era una de las barreras culturales que necesitábamos salvar para seguir avanzando en la modernización de nuestra economía.
Lamento mucho que José María Cuevas se nos haya ido tan pronto. Apenas ha podido disfrutar del tiempo libre que con tanto derecho se había merecido. Desde hace 25 años he tenido la suerte de seguir de cerca sus ideas, que siguen siendo válidas para afrontar las nuevas dificultades de nuestra economía. En todo caso, además de las ideas, nos deja el estímulo de una vida ejemplar de trabajo y de entrega a una causa digna de bienestar y progreso para España.
Cristóbal Montoro. Portavoz de Economía del Grupo Popular en el Congreso