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Tribuna

Una figura con visión de futuro

Mi amistad con José María Cuevas ha sido larga y fructífera. Se remonta a la época en la que José María era el secretario general de la CEOE y Carlos Ferrer Salat el presidente de los empresarios españoles.

El papel de José María Cuevas en la construcción de una Confederación de empresarios españoles, acorde con los principios constitucionales de 1978, fue decisivo.

Mi relación con él fue especialmente estrecha desde que España se planteó seriamente su ingreso en la Comunidad Económica Europea, hoy Unión Europea.

Cuevas creyó firmemente en que el futuro empresarial español y el Mercado Común eran plenamente coincidentes. La actividad internacional de la CEOE constituyó desde el principio un área privilegiada de dicha organización, participando activamente en todas las dimensiones transfronterizas de la actividad empresarial.

Mi colaboración con Cuevas, primero como secretario de Estado para Europa y después como miembro de diferentes Gobiernos socialistas fue muy estrecha. Cuevas tenía muy claro que España podía recuperar su prestigio internacional a través de las vías pacificas del comercio entre las naciones. Era un hombre con visión de futuro.

La concertación social ha sido uno de los pilares de nuestra democracia y José María Cuevas fue uno de sus principales artífices. Desde su participación en los Pactos de la Moncloa, como miembro entonces de la Junta Directiva de la CEOE, José María Cuevas estuvo presente y contribuyó de manera decisiva en todos y cada uno de los procesos de diálogo social que se han llevado a cabo en nuestro país en las tres últimas décadas, y que han sido determinantes para la consolidación de la democracia y la modernización de España.

Durante los 23 años que estuvo al frente de la patronal española, José María Cuevas trabajó siempre con gran honestidad y seriedad y con la convicción de que había que avanzar por el camino del diálogo para obtener buenos resultados.

El alto grado de modernización y apertura de la economía española no habrían sido posibles sin ese proceso de diálogo constante entre empresarios y sindicatos que siempre defendió.

Un proceso en ocasiones difícil, pero que ha dado lugar a un mercado laboral más flexible y preparado para competir en un entorno globalizado y que ha permitido a nuestro país alcanzar altas cotas de prosperidad y desarrollo.

En multitud de ocasiones compartí la mesa de diálogo con José María Cuevas. Enfrente tuve a un negociador duro, que supo conjugar la defensa de los intereses de los empresarios con los intereses generales del país.

En un momento como este, de graves dificultades económicas, el valor de la negociación y la concertación son fundamentales y el legado que nos deja José María Cuevas: 'negociad siempre, y cuando la negociación se vuelva imposible, seguid negociando' es, sin duda, el mejor camino a seguir.

Pedro Solbes. Vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda

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