KBC puede suspender su cotización hasta que el Gobierno belga decida su futuro
El banco belga KBC puede suspender mañana su cotización en Bolsa hasta que el Gobierno tome una decisión sobre su futuro, según una información difundida hoy por el diario 'Le Soir'.
La entidad, cuyos títulos acabaron el viernes la semana bursátil con una caída del 7%, ha solicitado 3.500 millones de euros al Estado belga para hacer frente a la competencia en el mercado, ya que es el único banco de peso del país que aún no ha recibido ayuda pública para sortear la crisis financiera. La operación de ayuda, aún en negociaciones, debe quedar definida antes de la apertura de mañana de la Bolsa.
Sin embargo, aunque ya existe un principio de acuerdo al respecto, todo indica que KBC suspenderá su cotización mañana a la espera de que regresen del extranjero el primer ministro, Yves Leterme, y el ministro de Finanzas, Didier Reynders, y el Gobierno pueda dar su aprobación, según el diario.
Como consecuencia de la crisis financiera internacional, el Gobierno belga ya ha tenido que acudir al rescate de Fortis, al que primero inyectó capital y que acabó dividido, en manos del Estado holandés y del banco francés BNP Paribas, y de Dexia, una entidad especializada en la financiación de pequeñas empresas.
La Comisión Bancaria, Financiera y de Seguros de Bélgica (CBFA, en sus siglas en francés) no ha querido confirmar ni desmentir la suspensión de la cotización de KBC.
"No hay todavía decisión de suspensión de la cotización", aclaró un portavoz de CBFA, quien advirtió de que se puede optar por esa posibilidad hasta quince minutos antes de la apertura de la bolsa.
El secretario de Estado belga de Finanzas, Bernard Clerfayt, aseguró en declaraciones a la televisión pública RTBF que la decisión sobre el futuro de KBC será anunciada "próximamente".
"Las negociaciones están en curso (..) vamos a estudiar un mecanismo de ayuda pública a KBC como hicimos con los otros bancos" y, en cualquier caso, "anunciaremos una decisión antes de la apertura de los mercado el lunes por la mañana", agregó. Clerfayt confirmó además que no se trata de un problema de liquidez ni de solvencia como apuntaban los rumores.
Ya el viernes, informó en un comunicado de que "incluso en estos tiempos bursátiles difíciles KBC dispone de una base sólida de capital y depósitos", una situación que no ha cambiado, aseguró.
Los medios de comunicación belgas han manejado distintas teorías este fin de semana sobre la cantidad y la fórmula que propondría KBC al Estado. Las últimas informaciones coinciden en que KBC necesita alrededor de 3.500 millones de euros, pero siguen sin ponerse de acuerdo en si la operación entrañará una ayuda de Estado o una inyección de capital.