Rajoy da su receta contra el paro: más austeridad, menos impuestos y apoyo a la inversión productiva
El presidente del PP, Mariano Rajoy, acusa al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de ser "incapaz de hacer frente a la crisis económica" y defiende que para luchar contra el desempleo hace falta "más austeridad, bajar los impuestos y apoyar la inversión productiva".
En una entrevista en el diario La Razón, el líder de la oposición sostiene que para medir "la eficacia de una política económica", el "termómetro" son las cifras de desempleo. Por ello, defiende que si el PP asumiera el poder, haría "lo mismo que ya hizo en 1996", cuando redujo la tasa de desempleo del 26% al 16%.
Así, además de una mayor austeridad, la bajada de los impuestos y el apoyo a la inversión productiva, propone como medidas para acabar contra el paro "reformas estructurales, más competencia en muchos sectores, continuar con los procesos de liberalización y potenciar los esfuerzos en I+D y en Educación", además de "otros Presupuestos".
Por lo que se refiere al plan de apoyo al sistema financiero, el presidente de los 'populares' expresa su satisfacción con "el resultado de la negociación" con el Ejecutivo. Asegura que no tuvo "la sensación de que la entrevista en La Moncloa fuera una encerrona", aunque sí recalca que "sólo" vio "voluntad de acuerdo en materia financiera".
Situación preocupante en Argentina
Rajoy también habla de la situación en Argentina, después de que su presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, anunciara la nacionalización de los sistemas de pensiones, una decisión que, para el líder del PP, es "muy preocupante", porque "va contra la seguridad jurídica y genera mucha desconfianza".
Asimismo, en relación a la cumbre del G-20 que se celebrará el próximo 15 de noviembre en Washington y a la que España de momento no ha sido invitada, Rajoy asegura que apoya al Gobierno en su reivindicación y que "todas las cancillerías saben que el PP apoya la presencia de España". No obstante, aunque dice que ahora "no es el momento de pasar factura a Zapatero por sus errores", subraya que "un gobernante no debe actuar nunca como un doctrinario ni comportarse como lo hacían los estudiantes universitarios de la época de la Transición o del mayo del 68".
Del mismo modo, sostiene que no le ve "ningún sentido" a una visita del presidente del Gobierno a Cuba "mientras siga habiendo una dictadura" y defiende que apoyar el cambio en la isla no es apoyar al "régimen, sino a los disidentes y a las personas que están en la cárcel y luchando por la libertad y la democracia".