Argentina ultima la expropiación de Aerolíneas al grupo Marsans
El Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner ultima el plan de expropiación de Aerolíneas Argentinas al grupo Marsans. La decisión se produciría después de que ambas partes agotaran el 14 de octubre el plazo inicialmente previsto -posteriormente se amplió al 30- para acordar un precio de venta de la compañía y la filial Austral. El holding de Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz afirma estar al tanto de las intenciones del Ejecutivo argentino, aunque asegura que no hay comunicación oficial.
Nació argentina allá por el año del primer crac bursátil, en 1929. Ahora, casi 80 años después y mientras la segunda crisis de los mercados más importante de la historia se recrudece día a día, Aerolíneas Argentinas prevé volver a nacer como una compañía de capital nacional. El Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner pretende llevar a cabo la expropiación urgente de la compañía aérea tras meses de conflicto con sus actual propietario, el grupo español Marsans.
El contexto crítico en el que se encuentra la economía del país suramericano, más aún tras la decisión del pasado martes de nacionalizar el sistema de pensiones, ha provocado que la presidenta de Argentina dé por prácticamente por finalizado el segundo plazo de conversaciones (expira el día 30 de octubre) que Gobierno y empresarios -los dueños del grupo Marsans, Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz- mantenían tras el primer fracaso de las negociaciones de la venta de la aerolínea.
El grupo español, que tiene el control de Aerolíneas y de la compañía de vuelos domésticos argentinos Austral, reconoció estar al tanto de la 'inminente' expropiación de la compañía por parte del Estado. Sin embargo, un portavoz del grupo -propietario además de las agencias de viajes Marsans, los hoteles Hotetur y Air Comet- aseguró ayer que el Gobierno de Fernández de Kirchner no les había comunicado nada respecto a la nacionalización, pero no les cabía duda que se haría de ese modo.
Preguntado en la cadena SER, uno de los propietarios del grupo turístico, Gerardo Díaz Ferrán, confirmó ayer por la mañana que el Gobierno argentino les está 'echando a gorrazos' de la compañía. El empresario apuntó que desea que dicho proceso, por el que el grupo Marsans pretende vender Aerolíneas y Austral al Estado argentino, 'acabe de la mejor manera posible'.
El segundo plazo de las negociaciones debía cerrarse el día 30 de este mes. Desde el grupo español se esperaba agotar este tiempo para conseguir un acuerdo favorable con el Gobierno de Fernández de Kirchner. En julio -antes de que el Senado y el Congreso dieran luz verde a la argentinización de la aerolínea- ambas partes establecieron que tasarían el valor de la compañía aérea con el fin de que se acordara el precio de la misma.
Según la prensa argentina, el banco Credit Suisse, auditor del grupo Marsans, estimó un precio por Aerolíneas y Austral de entre 250 y 450 millones de dólares (195 y 351 millones de euros) mientras que el Tribunal de Tasación de Argentina evaluó de forma negativa a las dos empresas, ya que si se descuenta la deuda, el valor neto en negativo es de 600 millones de dólares (468 millones de euros). En el contrato también se fijó que si no se llegaba a un acuerdo respecto al valor se acudiría a un tasador independiente.
Tras estas discrepancias, todas las informaciones apuntaban a que el grupo dirigido por Gerardo Díaz y Gonzalo Pascual ya tenían preparada una demanda al Gobierno bonaerense ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas (Ciadi), en la que se afirmaba que Aerolíneas Argentinas ha sido sometida a una expropiación y a un trato poco equitativo e injusto.
Desde el grupo español señalaban ayer que si se cerraba el segundo plazo sin ningún acuerdo, no dudarían en presentarla.
Dos décadas en manos de accionistas españoles
El Gobierno de Carlos Menem, dentro de su programa de privatizaciones del estado argentino, vendió en 1990 Aerolíneas a la entonces compañía de bandera Iberia, que adquirió el 85% de cara a su futura privatización. Según datos oficiales, España aportó a Aerolíneas Argentinas 1.200 millones de dólares entre 1990 y 1996 a través de Iberia.Los malos resultados que arrojó Iberia en 1994 provocaron que el accionariado de la compañía de origen suramericano pasara a manos del ente público Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI) en 1996.La SEPI aceptó en 1999 ceder la gestión de la compañía a American Airlines, que poseía un 10% del capital. El grupo estadounidense se comprometió en ese momento a preparar antes de finalizar este año una oferta de compra por Aerolíneas.En junio de 2001 la aerolínea suspendió parte de sus vuelos, lo que le lleva finalmente al borde de la suspensión de pagos. En octubre de ese mismo año el control de Aerolíneas y Austral pasó a manos del grupo Marsans, consorcio liderado por Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz, que poseen también la española Spanair.El Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner propuso el pasado mayo la argentinización de la compañía, lo que suponía alcanzar el 20% de capital por parte del Estado. Los empleados contarían con un 5%, y otro 5% quedaría en manos de las provincias del país. Otro 35% del capital quedaría repartido entre más de una empresa argentina, entre ellos López de Mena. El resto sería capital español.
Más reuniones
El secretario de Transporte del Gobierno argentino, Ricardo Jaime, obvió confirmar si el Ejecutivo está analizando la expropiación de Aerolíneas. Lo que sí confirmó es que espera reunirse la próxima semana con los directivos de Marsans.