Escoja bien y ahorre hasta 1.500 euros al año
La cesta de la compra puede abaratarse un 37%, según el comercio.
La cesta de la compra es cada vez más cara. Ese precepto se ha cumplido de forma especialmente acusada durante los últimos meses, al compás de la espiral inflacionista que sufren las economías occidentales.
Según un estudio publicado ayer por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), cada familia española gasta 4.555 euros al año en sus compras en supermercados, hipermercados o establecimientos de descuento. Un gasto que se reduce sensiblemente (hasta los 3.110 euros) entre los consumidores que acceden a adquirir los productos más baratos de cada establecimiento, con independencia de su marca. Sin embargo, tanto en uno como en otro caso, la selección cuidadosa del local en el que se efectúan las compras puede llevar a importantes ahorros.
Así, los consumidores de Madrid pueden ahorrarse hasta un 37% de su factura anual (1.565 euros) si eligen los establecimientos más baratos. El estudio de la OCU recoge cerca de 80.000 precios de 126 productos diferentes, en 801 establecimientos de 53 ciudades, además de las compras por internet. La conclusión principal es que los precios suben de forma generalizada, aunque existen oportunidades de ahorro que alcanzan los 617 euros anuales en la media nacional, y ciudades más baratas que otras. Así, Soria ofrece los precios medios más bajos, seguida de Orense (un 1% más cara). El rango de variación llega hasta Las Palmas de Gran Canaria (12% más) o Bilbao (11% más), las dos ciudades con productos más caros.
En cuanto a las cestas económicas (en las que el consumidor no valora la marca), son las cadenas de descuento las que ofrecen los mejores precios: Maxidía y Simply Market son las más baratas, seguidas por Lidl, Aldi, Carrefour y Día. En el otro extremo se sitúa Sánchez Romero (un 93% más caro que Maxidía). Respecto al estudio del año anterior, las mayores subidas de precios corresponden a Alcampo (27%), Más y Más (23,5%) y Sabeco (23,2%). Caprabo es el único establecimiento que redujo sus precios en la cesta económica (5,9% menos) entre noviembre de 2006 y mayo de 2008.
El avance de los precios supera de largo al IPC
La espiral inflacionista en la que está sumida la economía española desde hace un año tiene como principales responsables a la escalada del precio del petróleo y a la crisis alimenticia mundial, que ha encarecido buena parte de los productos básicos.Este último fenómeno se refleja bien a las claras en las compras habituales. Según el estudio de la OCU, los precios de una cesta de la compra tipo (la más común entre las familias españolas) han crecido un 11,4% en un año y medio, el periodo transcurrido entre la anterior encuesta, de noviembre de 2006, y la última, de mayo de 2008.El encarecimiento de los productos es aún mayor en la cesta económica definida por la OCU (la típica de los consumidores que optan por comprar los productos más baratos, con independencia de las marcas): en este caso, el crecimiento del 12,3% supera en un 73% la inflación acumulada en España durante esos 18 meses, que se sitúa en el 7,1%.El fuerte sobreprecio de la mayoría de los alimentos durante ese periodo se ha dejado notar, hasta el punto de que el precio de los limones creció un 77,3% en ese año y medio. También se encarecieron mucho más que el índice de precios de consumo el aceite de girasol (47,5%), el pollo (22,6%), y la leche (20,4%), entre otros. En el otro extremo se sitúan el azúcar (0,8%), las patatas (2,4%) y los filetes de ternera (2,9%), claramente menos inflacionistas que la media de los precios de consumo.La portavoz de la OCU, Ileana Izverniceanu, destacó ayer que una de las consecuencias de la crisis económica es la aceleración de la compra de marcas blancas o del distribuidor, que ya suponen más de la cuarta parte del total.