Las crisis y la transparencia
De nuevo la falta de confianza y la escasa transparencia han ejercido como perfectos catalizadores de una crisis de dimensiones internacionales. Y casi la única certeza en estos momentos es que hay que afrontarla con soluciones globales, como ha puesto de manifiesto la Comisión Europea cuando recientemente decidió equiparar sus normas contables que afectan a la valoración de los activos financieros a las que rigen en EE UU. Ya no se tendrá en cuenta su valor en el mercado. El principal motivo de este cambio es evitar que las entidades europeas sufran desventaja frente las estadounidenses. Así, se salvaguarda por igual a los bancos de ambas orillas del Atlántico de las fuertes depreciaciones que sus activos han venidos padeciendo.
Ayer mismo, el Comité de Reguladores Europeos de Valores (CESR), el de Supervisores Bancarios Europeos (CEBS), el de Supervisores de Seguros y Pensiones (Ceiops) y también el Iosco (la organización internacional de Comisiones de Valores) mostraron su apoyo a la reforma contable de la CE. Los nuevos requisitos de reclasificación de los activos financieros deberán contribuir a mejorar la transparencia. También consideran una buena noticia que los emisores de normas contables internacionales y estadounidenses se hayan aprestado a trabajar de manera conjunta para acometer las reformas necesarias y aportar mayor veracidad a los estados financieros de las empresas. Y esta mayor transparencia por la que estas organizaciones se han comprometido a trabajar contribuirá a devolver la confianza perdida en los mercados. Al menos es lo deseable.
La anterior crisis de confianza, protagonizada por empresas como Enron y Worldcom en EE UU o Parmalat en Europa, desembocó en una corriente de buen gobierno corporativo. Sin embargo, esta nueva crisis ha desvelado la falta de transparencia real de los balances de las entidades financieras. Y quizá la única lección que se pueda colegir es que las crisis son tristemente imprescindibles para poder incrementar las dosis de transparencia.