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Orden ministerial

Industria premia a las petroleras que incluyan más biocarburante

La norma de biocarburantes incluye un sistema para penalizar a los operadores petroleros que no cumplan con su obligación de mezcla. Lo que se recaude de los incumplidores premiará a los que pongan más biocombustible en el mercado.

Un sistema de penalización que parece seguir la filosofía del famoso Robin Hood: quitárselo a los ricos para dárselo a los pobres. La nueva orden ministerial para el fomento del uso de los biocarburantes incluye un sistema que permite premiar a los que superen sus obligaciones mínimas de mezcla de biocombustible en el carburante que se pone en el mercado con el dinero que recauden de las multas impuestas a aquellos que no lleguen a los mínimos impuestos por la ley.

La norma no le pone el nombre de multa a esta herramienta para motivar el cumplimiento. El artículo 11 se denomina Pagos compensatorios. Sin embargo, busca una fórmula de promover que los operadores petrolíferos no elijan incumplir sus objetivos de uso de biocarburantes penalizándoles por cada tonelada de este combustible renovable que tuvieran obligación de colocar en el mercado y no hayan sacado a la venta.

El sistema requiere de mucha vigilancia pero es sencillo. Tal y como explica Manuel Bustos, director de la división de Biocarburantes de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), 'los operadores petrolíferos tienen que acreditar ante la CNE cada tonelada de combustible fósil que ponen en el mercado. La CNE otorga unos certificados y las petroleras tienen que mezclar en biodiésel y en bioetanol, el 3,4% de sus ventas en gasóleo o gasolina, respectivamente, en 2009, por ejemplo'.

Los mínimos exigibles

El año que viene las petroleras tendrán que mezclar un 2,5% mínimo de biodiésel en el gasóleo y un 2,5% mínimo de bioetanol en la gasolina. Después, lo que reste hasta alcanzar el objetivo global de mezclar el 3,4% en biocarburantes del total de sus ventas de combustibles fósiles podrán cumplirlo tanto con biodiésel como con bioetanol.

Este es el único margen a la flexibilidad de la mezcla que la norma ha consentido, y que es 'insuficiente' para la Asociación de Operadores Petrolíferos (AOP) porque el objetivo de bioetanol sigue 'demasiado alto' teniendo en cuenta que España es excedentaria en gasolina y deficitaria en diésel.

A principios del año siguiente, la CNE exigirá los certificados que otorgó para garantizar el cumplimiento de los mínimos de mezcla.

Si la operadora no ha cumplido, tendrá que compensar económicamente. Pagarán 350 euros por cada tonelada de biocarburante que tenían que haber puesto en el mercado y no hayan sacado a la venta. 'Es una cantidad disuasoria, es más de lo que cuesta poner la tonelada de biocarburante en el mercado. Una penalización es una puerta al incumplimiento pero en la medida en que la cantidad exigida sea alta, es desincentivador', valora Manuel Bustos, de APPA Biocarburantes.

Eso sí, esta herramienta tiene un límite. Si las toneladas no comercializadas superan el 30% de la obligación que debía completar la operadora, la penalización no vendrá de esta orden, sino de la Ley de Hidrocarburos. 'Se le abre un expediente sancionador, al que va aparejada una multa de hasta 30 millones de euros, además de tener que pagar la multa de 350 euros por tonelada de la orden', explica Bustos.

El dinero de las incumplidoras de la norma de fomento de los biocarburantes es recaudado por la CNE. A final de año, el organismo reparte esas cantidades proporcionalmente entre aquellos operadores que hayan mezclado más biocarburante del que le era exigible. 'Es decir, si el que incumplió por siete toneladas paga 2.450 euros, el que sobrepasa su obligación en cinco toneladas, recibe 1.750 euros', explica claramente Bustos. Una vez repartido el dinero entre las cumplidoras, lo que sobre se acumula en un fondo para el año siguiente. Así, las buenas siempre reciben su recompensa.

Industria española

El director de Biocarburantes de APPA, Manuel Bustos, deja en el aire la cuestión de si esta obligación de mezcla de biocarburantes a partir de 2009 y 2010 dinamizará la industria española. 'Depende de si redunda en estas empresas o no. Si los biocombustibles se siguen importando masivamente, noservirá de nada', afirma.

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